Rajoy, más duro con la inmigración

MADRID.- El equipo del presidente electo del gobierno español, Mariano Rajoy, estudia la posibilidad de reformar la ley de extranjería con el fin de "desincentivar que la gente llegue a España de forma ilegal" y "restringir" la regularización masiva de inmigrantes sin sus papeles en regla.

Mientras que el plan económico del futuro gobierno del Partido Popular (PP) se mantiene bajo estricto hermetismo, ayer se conocieron detalles sobre uno de los temas que más preocupan a los extranjeros residentes en España desde que Rajoy se impuso el domingo en las elecciones con el 44,64% de los votos.

Las sospechas de un posible endurecimiento hacia algunas de las normas vigentes sobre inmigración cobraron impulso ayer en la voz del presidente de la Comisión Nacional de Inmigración del PP, Rafael Hernando.

El asesor del presidente, que asumirá a fines de diciembre, adelantó que su partido analiza la introducción de restricciones a la permanencia de inmigrantes que lleguen a España a buscar trabajo.

El proyecto de reforma incluiría la creación de un "visado de búsqueda de empleo", que, por un lado, aseguraría el ingreso del inmigrante al territorio español, pero, por otro lado, le impondría un plazo para buscar trabajo y permitiría un mayor control.

Así, en caso de que el extranjero no consiguiese empleo dentro del lapso estipulado -que aún debe ser debatido en un Congreso que tendrá mayoría absoluta de diputados "populares"- sería obligado a regresar a su país. Según declaró Hernando a la prensa, la nueva visa serviría para que "los extranjeros puedan utilizar un sistema que realmente sea para buscar trabajo", y evitar así "que vengan con visado de turista y luego se pongan a buscar" empleo.

"La idea es que el inmigrante entre con el visado de búsqueda de empleo y tenga un tiempo para buscar un trabajo. Si lo encuentra, se queda con un permiso de residencia. Si no, se vuelve a su país, pero lo que no puede es acceder al arraigo porque entrando ilegal, no va a poder conseguir los papeles", afirmó.

La propuesta también contempla terminar con la política de regularización sistemática de la inmigración ilegal impulsada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

La principal medida de choque será la de moderar los alcances de la actual disposición de "arraigo social laboral", que permite el acceso a la tarjeta de residencia española a todo extranjero "en situación irregular" con más de tres años de trabajo en el país, si cuenta con una oferta firme de trabajo y si cumple con una serie de requisitos.

En opinión del dirigente del PP, esta figura legal "fue utilizada por el actual gobierno" como una "nueva vía de regularización" aplicada de manera inapropiada.