¡La "teoría del shock":un movimiento reptiliano del sistema que energiza a la Serpiente Antigua

Creada por el monetarista Milton Friedman, padre de los Chicago boys dicha doctrina es la historia no oficial del libre mercado.

La publicidad, un poder luciferino contra el planeta

La publicidad es una amenaza contra el ecosistema planetario, los recursos naturales y hasta nuestra individualidad.

Declaración del PMA sobre la Crisis Cuerno de África

En Somalia la situación es de vida o muerte

La maldad al descubierto...¿una cuestión genética o una evidencia de muerte espiritual

En Alemania descubren la región del cerebro dónde reside la maldad

¿Quién decide lo que vemos en la televisión?

Las corporaciones, propietarias de todas las cadenas de televisión en el mundo, no buscan informarte y ni siquiera entretenerte

Opinando de la ONU: ¿sirve o no sirve?

La Organización de Naciones Unidas (ONU) en su 66ª Asamblea General se ha convertido en el escenario más destacado por los medios de comunicación

Los protocolos de Caín en la mente de nuestros niños

Un experimento hecho en México en el marco de una campaña contra el racismo demostró que este problema aparece desde la niñez y se transmite por el entorno social.

miércoles, 31 de diciembre de 2014

¿Por qué no decimos Feliz Año Nuevo?


Esta noche la celebración de Año Nuevo vibrará desde distintas casas paganas ubicadas muy cerca de los redimidos y primogénitos en el Mesías. Frente a esta festividad, la cuestiones que surgen en la mente de muchos santos que han despertado del sopor babilónico son: ¿Deberías yo estar involucrado en esta alegría mayoritaria? ¿Debería darle importancia al 1 de enero o más bien boicotearlo? 

A fin de encontrar respuestas certeras, permítanme realizarles dos preguntas que les permitirán descubrir, desde la reflexión verdadera, las razones de por qué siento que no correspondería participar en estas fiestas.

¿Realmente es un año nuevo, y por qué lo es? 

Si para responder correctamente, comienzas a investigar, descubrirás que esta fiesta tiene mucho que ver con una convención relativa político-económica que surge de creencias religiosas antiguas que determinaron la existencia del calendario solar hoy existente. De hecho, el calendario romano se basa en el solsticio de invierno de esta época del año, cuando el sol comienza a alargar los días. 

Tal y como lees, la alegría que hoy provoca el esperar el año nuevo con ruidos de cornetas, pitos, sirenas, fuegos artificiales, etc., no es otra cosa que la manera ahora más sofisticada de la costumbre que tenían los pueblos paganos de esperar su año nuevo. Ellos prendían fogatas y hacían grandes ruidos porque creían que de ese modo podían espantar los malos espíritus y dar lugar para que los buenos espíritus volvieran a la tierra y trabajaran en forma mágica en sus vidas.

Lamentablemente la cristiandad ha adoptado como suya un número de días festivos que originaron y han “evolucionado” en las observancias religiosas ocultas y paganas. La mayoría de los cristianos profesantes que observan estos días festivos son simplemente seres humanos inconscientes de sus orígenes. Poco entienden ellos de que por debajo del barniz cristiano de estos días festivos se encuentran “misterios” que continúan dentro de las sociedades secretas, grupos esotéricos y asambleas de brujas que incluyen una historia larga y sangrienta de sacrificios humanos al dios de la muerte, Satanás el diablo.

¿Por qué eligieron comenzar el calendario en esta fecha (1 de enero)? 

Para que la respuesta a esta pregunta sea la correcta, ten siempre presente que la clave para determinar si una fiesta agrada o no al Eterno Dios es fijarse en qué origen tiene (Isaías 52:11; Revelación [Apocalipsis] 18:4).

Pues bien, esto del Año Nuevo solar tiene que ver más bien con la mitología babilónica impuesta por Nimrod y Semirámis. Fue así como el solsticio de invierno tomó suma importancia en las creencias mitológicas de la antigüedad a tal punto que el calendario babilónico se propagó a lo largo de la historia en las distintas civilizaciones anti-Dios de la edad antigua. Fue así, como después de Babel, este sistema se implantó en Egipto y luego, con los siglos llegó a Roma. Fue justamente el emperador romano Julio César quien fijó el 1 de enero como día de Año Nuevo en el año 46 antes de Cristo. Los romanos dedicaron el día a Jano, dios de las puertas y de los inicios. De este modo el mes de enero [en latín, Januarius] recibió su nombre de Jano, el cual tenía dos caras: una mirando adelante y otra hacia atrás. De este nombre mitológico deriva la expresión January con que en inglés se denomina a este mes.


Los romanos creían que Janus era el dios que cuidaba las puertas del cielo y de la tierra, por eso lo pintaban sosteniendo en su mano derecha una gran llave con la que puede cerrar la puerta del viejo año y abrir las puertas del nuevo. Al dios Janus se lo pintaba con dos caras. Debido a que los portales se abren hacia adentro y hacia afuera, Janus miraba con una cara atrás hacia el año viejo y con la otra hacia el año nuevo.  Para el primero de Enero los romanos celebraban a Janus con una gran festival en el que se encendían fogatas, se hacía mucho ruido y se bebía hasta desmayar por las borracheras.

Frente a las grandes puertas del templo edificado a su nombre, los romanos se divertían, se alegraban y hacían grandes procesiones en su honor. Regalos especiales eran traídos al emperador en esa fecha, con los deseos de buen augurio. Es pues de la Roma pagana que nos llega a nosotros la costumbre de desear buena suerte para el año nuevo, diciendo: Feliz Año Nuevo!
El dios Janus o Jano

Este calendario, denominado juliano en memoria de Julio César, permaneció válido durante más de dieciséis siglos. Durante todo ese tramo de tiempo, los católicos se resistieron a celebrar el principio del año en un mes dedicado a una deidad pagana.  Cada vez que se aproximaba este día, en las distintas parroquias se impartían sermones penitenciales en los que se avisaba a no participar en las fiestas paganas. Pero puesto que la participación cristiana en las fiestas de los paganos no cesó, la Iglesia de Roma prescribió un ayuno de tres días en el año nuevo (segundo concilio de Tours, 567, canon 17), mencionándose en los decretos de sínodos posteriores la festividad del 1 de enero entre las costumbres paganas prohibidas. En el año 1270, en un procedimiento de los inquisidores para investigar a personas sospechosas de tomar parte en la idolatría y malas artes, quedó prescrito que también se examinaría a los que hubieran festejado el 1 de enero en forma pagana (fogatas, ruidos, borracheras, etc.) 


Desde el siglo IV, cuando la festividad de la Navidad quedó instituida el 25 de diciembre, el 1 de enero llegó a ser la "octava de Navidad" o el "Día solemne de la Circuncisión" ya que se creía que, según Lucas 2:21, se circuncidó a Jesús, de este modo se procuraba que ningún cristiano católico hiciera referencia al comienzo de un nuevo año, celebrando con la lascivia acostumbrada. Esto fue natural porque en la Iglesia Católica el año comenzaba en Navidad o el 1 de marzo, o bien el 25 de marzo o en Pascua. 

En el siglo VI esta fiesta fue cambiada de nombre y se pasó a denominar "La Solemnidad de Santa María Madre de Dios" hasta hoy. Nació así primera Fiesta Mariana (en honor a María) Esta celebración se comenzó a dar en Roma junto con la dedicación (el 1º de enero) del templo “Santa María Antigua” en el Foro Romano (una de las primeras iglesias marianas de Roma) y con la misma intención: fortalecer la fe y sus dogmas a fin de que los cristianos no celebraran a esta fecha como inicio de año. 

Pero ya que en la vida civil el año todavía comenzaba el 1 de enero y como todos los calendarios se adherían a este uso, la Iglesia no pudo continuamente pasar por alto tal fecha. 

El asunto lo defendió primero el clero inferior, que, sometiéndose a los incultos, ideó la caricatura de una festividad seria, en la denominada "fiesta de los locos" el 28 de dicembre, hoy devenida en el "Día de los Santos Inocentes". La idea era tener un día lleno de diversión por medio de bromas que permitiera olvidar el placer del 1º de enero. 

Hacia finales de la Edad Media los dominicos introdujeron la costumbre de "dispensar el nuevo año desde el púlpito" o "hacer resoluciones para el nuevo año", esto es, trasmitir a sus oyentes deseos apropiados en los sermones del primer día del nuevo año. 

El sacerdote y reformador alemán Lutero también se opuso tajantemente a esta celebración. Él mismo predicó el 1 de enero sobre la circuncisión de Jesús y rechazó una celebración de comienzo del año nuevo en ese día por considerarla una fiesta de costumbre pagana. No obstante, la fiesta del 1º de enero se celebró en las iglesias evangélicas como comienzo de un nuevo año desde las comunidades luteranas a partir del siglo XIX. Más aún, es en las iglesias evangélicas dónde se revivió la costumbre ocasionalmente de "dispensar al nuevo año" desde el púlpito y más énfasis se dio a la costumbre de hacer resoluciones por el año nuevo. 

La práctica de hacer resoluciones de Año Nuevo se remonta a más de 3.000 años con los antiguos babilonios. Hay algo en el inicio del nuevo año que nos hace pensar en un nuevo comienzo, una nueva etapa. En realidad no hay diferencia entre el 31 de diciembre y el 1º de enero. Nada místico ocurre a la media noche del 31 de diciembre.

¿Cuándo, Cómo debe comenzar el Año de acuerdo a la Cosmovisión de Yahvéh?

Pero, si continuas investigando y profundizas en las Sagradas Escrituras descubrirás que el 1 de enero no es cuando el calendario del Eterno Dios comienza. En realidad, el calendario divino es lo contrario al calendario gregoriano ya que, en la cosmovisión de Yahvéh, el tiempo debe iniciarse en la primavera como símbolo de la nueva vida que Él ofrece en el Mesías. 

Es el pueblo de Israel, quien desde tiempos mosaicos, ha preservado el calendario correcto del Eterno Dios teniendo en cuenta estos códigos de vida eterna (Éxodo 12:1-2). 

Este calendario está determinado por el cálculo de una combinación de los movimientos del Sol y la Luna, en oposición al calendario romano, el cual se rige solamente por el movimiento solar a fin de regir el trabajo humano sin sentido.

Es importante señalar que el diseño de salvación del Eterno se encuentra de acuerdo a la inspiración de su calendario, es decir que Yahvéh no se manifiesta a través del calendario gregoriano, sino a través del calendario sagrado, en cada una de sus profecías pasadas, presentes y futuras.

Por esa razón, la verdadera Iglesia del Mesías, se rigió en sus comienzos (y hoy lo sigue haciendo) por el mismo calendario que Yahvéh reveló a Moisés, manteniendo inclusive los nombres de los meses en el idioma hebreo, debido a que encierran mucho significado, y dentro de los cuales se encuentran inmersas las Fiestas Santas de Dios, las cuales forman las siete etapas de su maravilloso diseño de salvación para el ser humano.

Es muy interesante leer la siguiente exhortación hecha por un varón muy influyente en las comunidades de discípulos del siglo III:


"Recuerden y valoren que ustedes los cristianos tienen sus propios registros y su propio calendario. No tienen nada que ver con las festividades del mundo. De hecho, ustedes son llamados a lo opuesto. Porque “el mundo se alegrará, pero ustedes estarán tristes.” 
Tertuliano (212 d.C.)

La cita que aparece a continuación es del libro del Dr. Troy Martin, profesor de estudios religiosos en la Universidad San Javier, de Chicago, acerca de la Epístola de Pablo a los Colosenses, y es una refutación bastante contundente del argumento tan popular como falso de que Pablo les enseñó a los cristianos gentiles a que no celebraran las fiestas santas que guardaban los judíos. Lean con atención y disciernan:

"En contraste, ellos distinguen las estaciones con festivales que obviamente no tienen ninguna connotación pagana. Reconocen los meses de acuerdo con las lunas nuevas y los nombran utilizando términos agrícolas. Marcan la semana con el sábado, y a partir de éste señalan los días con números, no con nombres, del uno al seis. Las únicas opciones que tiene Pablo y sus comunidades es o un sistema judío, o un sistema pagano o uno en el que no se marca el tiempo, y las pruebas que tenemos señalan que optan por la primera opción".
Las referencias al tiempo que tenemos en la Epístola de Pablo a los Corintios reflejan exclusivamente la adopción del calendario judío. Aun en un lugar como Corinto, Pablo habla del primer día a partir del sábado ( . . . 1 Co. 16:2), no los días del sol. Él desarrolla un argumento detallado basado en los festivales de la Pascua y los días de Panes sin Levadura (1 Co. 5:6-8) para exhortar a los corintios: ‘Celebremos la fiesta’ (1 Co. 5:8)".
[“Con filosofías y huecas sutilezas: Colosenses como respuesta a una crítica cínica”], 1996; pp. 125-127).

Ante todas estas consideraciones, ¿tiene el Eterno algo que decir al respecto? De hecho, sí. 

"No caigas en la trampa detrás de ellos [los pueblos paganos] no consultes a sus dioses ni averigües como les daban culto dichos pueblos, para hacer tú lo mismo. Tú no harás lo mismo con el Señor, tu Dios, porque ellos hacían a sus dioses cosas que detesta y abomina el Señor” 
(Deuteronomio 12.30-31, Nueva Biblia Española).

Asimismo, el profeta Jeremías nos advierte con respecto a las costumbres tradicionales de la sociedad que nos rodea:


Dice el Señor: No imitéis la conducta de los paganos… Los ritos de esos pueblos son falsos” 
(Jeremías 10.2-3, Nueva Biblia Española)

De nuevo, nuestro Mesías Yeshúa dijo:
“Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” 
(Mateo 15.9)
Además también dijo:


“Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición”
(Mateo 15.6)

Esto es precisamente lo que hacen hoy millones de personas. Desechan el mandamiento de l Eterno Dios. Su mandamiento con respecto a la celebración de costumbres paganas para honrar o adorar a Dios es clarísimo:  “Tú no harás lo mismo con el Señor, tu Dios”. Sin embargo, la mayoría de la personas toman a la ligera este mandamiento y lo invalidan siguiendo la tradición de los hombres al observar las costumbres de las masas adormecidas bajo las faldas de la Gran Ramera.


¡No nos equivoquemos! El Eterno Dios nos permite desobedecer. Nos permite seguir las costumbres de los hombres. Nos permite pecar. Pero también nos advierte que habrá un día de juicio en el que ¡segaremos lo que hayamos sembrado! Yeshúa, el Mesías, fue la Palabra viviente y personal del Eterno, y la Biblia es la Palabra de Dios escrita. ¡Por esas palabras seremos juzgados para toda la eternidad! No debemos hacer caso omiso de ellas ni tomarlas a la ligera.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Curiosidades Históricas de nuestra Sexualidad


En la actualidad nuestro vocabulario, en las distintas lenguas, está lleno de palabras aplicadas a distintos sectores de la sexualidad que se usan, y hasta aveces abusan, sin el conocimiento de su origen. Por ello, y con el fin de contribuir a nuestra curiosidad de una manera humorística, los invito a leer los siguientes datos anecdóticos de la historia sexual de la humanidad:

Testículos jurídicos: Ante un juez los romanos juraban decir la verdad apretándose suavemente los testículos con la mano derecha, de ahí viene la palabra Testificar.

Color de Pelo complicado: Una tradición  romana decía que si una mujer se quedaba embarazada con la menstruación los hijos le salían pelirrojos.

Un bellota grande: Los romanos llamaron al extremo del pene glande que significa bellota.

Test se embarazo granero: Las egipcias orinaban a diario sobre diferentes granos de cereales para saber si estaban embarazadas y saber el sexo que iba a tener el bebé. Si no germinaba ningún grano no estaba embarazada.

La reina egipcia del Guinness: Cleopatra fue la feladora más famosa del mundo antiguo, pues complació oralmente a un millar de varones.

Terapia griega contra la impotencia: Para conservar su potencia sexual los varones griegos nunca debían orinar donde antes lo hubiese hecho un perro.

Brazalete para "Machos": Un amuleto Griego para aumentar la virilidad era ponerse un testículo de un burro en el brazalete.

Música de Fondo para la Novia: La noche de bodas era para la novia un suplicio ya que había que desflorarla brutalmente. Para que no se oyesen los gritos de la mujer, los invitados se ponían a cantar.

• Testículo en flor: La orquídea se llama así porque orq significa testículo en latín.

Un cumpleaños poligámico: El rey Tamba de Benarés, a los 22 años de edad acababa de celebrar su cumpleaños con sus 16000 esposas.
Aborto en el fuego: En la España medieval, si una pareja abortaba eran enviados a la hoguera.

Serpiente menstruosa: Una creencia popular aseguraba que si se plantaban pelos de mujer menstruante en estiércol, se engendraba, gracias al calor del sol, una enorme serpiente.

Verdugo violador: Para no violar el mandato que impedía la ejecución de las mujeres vírgenes Tiberio ordenó que antes fueran violadas por el verdugo.


El “Día del Señor”: ¿Es el Domingo o el Sábado?

“Recuerda el Shabat para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día es un día de reposo para YHWH tu Elohim: no hagas ningún trabajo –tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo YHWH el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y reposó en el séptimo día; por eso bendijo YHWH el día del Shabat y lo declaró sagrado.”
Éxodo 20:8-11

Estoy absolutamente convencido que  Éxodo 20 es uno de los pasajes más conocidos en la historia teológica de la fe (junto al Salmo 23 y Juan 3:16, entre otros). Especialmente hoy resulta muy leído entre las comunidades de creyentes en el Mesías. La mayoría de los creyentes concuerdan en que los Diez Mandamientos son el fundamento más importante para llevar una vida piadosa e íntegra ante el Eterno Creador. Pero a pesar de esta certeza difundida por el propio Espíritu de Dios en la mente y corazón de cada hijo, la problemática siempre es la misma: de los diez solo se observan unos pocos. Por ejemplo, ¿por qué muchos sólo observan nueve, y obvian la ordenanza de guardar el día de reposo (shabat), cambiándolo por el domingo?

A través de toda la Escritura, vemos que el día señalado por Yahwéh para tener reposo e intimar con Él por medio del estudio de las Escrituras es el Shabat, el cual corresponde al sábado (séptimo día) en nuestro calendario semanal. ¿Por qué? Veamos las respuestas que nos da la misma Escritura (Biblia):

Para el séptimo día había concluido Elohim la obra que estaba haciendo, y cesó en el séptimo día de toda la obra que había hecho. Entonces Elohim bendijo al séptimo día y lo declaró sagrado, porque en él cesó Elohim de toda obra de creación que había hecho.”
Génesis 2:2-3

El relato nos muestra con claridad que Yahwéh, desde la creación misma, bendijo y apartó el día séptimo, como su tiempo simbólico de la eternidad en comunión con lo creado. Todos estamos seguros que el Creador no necesita reposar; Él es Elohim Omnipotente y no necesita descanso. Él no se cansa, ni desmaya (). Entonces, si el mismo Creador, siendo el Todopoderoso, reposó en el séptimo día, ¿cuánto más nosotros?  Más bien el escogió reposar para darnos un mensaje.
“Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará.”
Éxodo 16:26 (RV1960)

En este versículo vemos que Yahwéh ordena al pueblo de Israel a guardar el día de reposo cuando les suple el maná (vea el capítulo 16 completo para obtener todos los detalles). Incluso, les dice que recojan doble porción durante el día sexto, pues durante el día de reposo o Shabat no habría provisión. Nuevamente, ¡hasta el mismo Creador escogió reposar el séptimo día! No porque tuviera necesidad de hacerlo, sino porque quería enviar un mensaje al pueblo de Israel por medio de su ejemplo.

Háblale al pueblo israelita y dile: Estos son mis tiempos señalados, los tiempos señalados de YHWH, que deberán proclamar como ocasiones sagradas. Seis días se puede trabajar, pero el séptimo día será un Shabat de completo reposo, una ocasión sagrada. No deben hacer ningún trabajo; será un reposo de YHWH en todos sus establecimientos.”
 Levítico 23:2-3

El capítulo completo de Vayiqrá/Levítico 23 nos habla acerca de las fiestas o convocaciones que Yahwéh ordenó a su pueblo celebrar. Mucha gente ha creído aquello que la teología gnóstica-masónica alega: que estas convocaciones son solamente de y para los “judíos” y que no nos competen a los occidentales cristianos. Sin embargo, la Escritura no dice que son las “fiestas de los judíos”; ella es bien clara en afirmar que son las fiestas de Yahwéh. Si decimos que somos su pueblo, debemos perseguir sus intereses, los cuales están plasmados claramente en la Escritura. Aquí percibimos que a Yahwéh si le interesa que su pueblo guarde el Shabat, tal y como Él lo estableció en Su Instrucción (Torah). De hecho, ¡es la primera convocación festiva establecida por su perfecta voluntad, según en este capítulo y el resto de las Escrituras!

“Si te abstienes de pisotear el Shabat, de encargarte de tus negocios en mi día santo; si llamas al Shabat 'delicia', al día consagrado a YHWH “honorable”; y si lo honras y no sigues tus propios caminos ni te ocupas de tus negocios, ni buscas tu propia conveniencia, entonces podrás buscar el favor de YHWH. Yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te haré disfrutar la heredad de tu padre Yaaqov –porque la boca de YHWH ha hablado.”
Isaías 58:13-14 

¡Qué hermosa promesa para aquellos que guardan el Shabat según su Palabra! El mismo Creador nos exhorta a llamar al Shabat delicia. No hay duda alguna, que dentro de ese período de horas que conforman el séptimo día se esconde un poder espiritual de origen divino que permite al alma humana vibrar en las bendiciones de los lugares celestiales (Efesios 1:3)

Entiendo que la idea de guardar el día de reposo resulta al principio algo tedioso para muchos de aquellos que lo intentan.De hecho, tengo que confesar que, cuando comencé a guardar este maravilloso día Shabat, me resultaba difícil, pues no estaba acostumbrado. Sin embargo, a medida que me fui sumergiendo en Su Palabra y obedeciendo sus instrucciones, empecé cada semana a anhelar la llegada del Shabat. Ahora, tanto yo como mi familia, esperamos con ansias la llegada de ese hermoso día; esto es verdaderamente una delicia.

“Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.”
Isaías 56:2

Una vez más, vemos en este verso (y el resto del capítulo 56, el cual habla también sobre los extranjeros) que el Creador promete bendición para aquellos que guardan el Shabat, no importando su procedencia. Podemos ver claramente aquí que ésto no es sólo para los “judíos”, sino para todo aquel ser humano de las naciones, que acepte su pacto, obedeciendo así su Palabra.

“El pueblo israelita guardará el Shabat, observando el Shabat a través de los siglos como una alianza perpetua: será una señal perpetua entre el pueblo de Yisrael y yo. Porque en seis días hizo YHWH el cielo y la tierra, y en el séptimo día cesó de trabajar y reposó.”
Éxodo 31:16-17

En estos versos encontramos dos datos muy importantes:
  • El primero, es que el Shabat es un día festivo que debe celebrarse de generación en generación, por pacto perpetuo. Entendemos que algo perpetuo es algo perdurable, que se mantiene a través del tiempo, no importando lo que suceda, lo cual confirma que esta ordenanza aún está vigente en nuestros días, y continuará así por el resto de las generaciones (Isaías 66:23).
  • El segundo dato importante es que el Shabat es una señal que distingue al Pueblo del Eterno Dios, de todos los demás. En otras palabras, aquellos que son pueblo de Yahwéh deben guardar el Shabat como señal al mundo de que, efectivamente, son Su Pueblo.
Ahora bien, después de considerar estos lineamientos bíblicos acerca del sábado, lo invito a ir a las pautas escriturales que nos hablan del domingo… Bueno,… me temo que el viaje escritural durará poco, …mejor dicho nada, pues en ninguna porción de la Escritura nos encontramos con la idea de que el domingo haya pasado, por orden divina, a sustituir al sábado (Shabat) como día del Señor. 

Entonces, ¿qué hacemos? ¿Cómo es que este día está hoy considerado por la masa de la cristiandad como el día de adoración que los apóstoles y las primeras comunidades guardaban?¿Será que la fundamentación de esto que no encontramos en la Escritura pueda esconderse en algún hecho histórico? ¿Cómo se llevó a cabo el cambio, sustituyendo el domingo por el sábado como el día de culto? Considerando que el Shabat es un estatuto perpetuo, ¿por qué muchos no lo guardan hoy día? Todo esto es, posiblemente, una de las más inquietantes preguntas religiosas entre la forma de pensar cristiana de hoy. Multitudes incontables, conformadas por hombres pensantes, se han preguntado cuándo, cómo y por qué el cambio se produjo.

He escuchado varias razones por las cuales algunos sectores han escogido no guardar el Shabat, de las cuales la más común es que “Jesús (como erróneamente le llaman) abolió el Shabat y estableció el domingo como el nuevo día para congregarse. Sin embargo, esto es totalmente incorrecto, como veremos a continuación.

Muchos insisten en asegurar que el Shabat fue abolido por Yeshúa ya que él dijo que era “señor del sábado” (Marcos 2:28) y que, al resucitar domingo, él estableció ese día para recordarlo y celebrarlo. Sin embargo, ésto está muy lejos de la Verdad.

En primer lugar, Yahshúa NO resucitó domingo, sino durante la tarde del Shabat, antes de ponerse el sol. Por otro lado, cuando Yahshúa dijo que era dueño o “señor” del sábado, bajo ningún motivo estaba aboliendo el Shabat como día de reposo. Si leemos el contexto de este pasaje, esta frase fue una respuesta a los fariseos que criticaron a los discípulos por recoger espigas durante el Shabat, pues tenían hambre. Yeshúa se oponía a la manera estricta e inhumana que tenían los fariseos y otros líderes religiosos de interpretar y aplicar la Torah referente al sábado, y éste es un vivo ejemplo de ello. En otras palabras, Yeshúa recriminó a los fariseos por poner sus dogmas de hombres por encima de la necesidad humana, y demostró la forma correcta de seguir las instrucciones dadas por Yahwéh. De hecho, ¡que mejor día para atender la necesidad humana y traer reposo a los oprimidos que el mismo día de reposo! En adición a ésto, más que abolir la observancia del Shabat con esta frase, Yeshúa estaba anunciando al mundo que ni aun la muerte lo iba a retener durante el Shabat.
Por otro lado, si Yeshúa hubiese tenido en mente abolir el Shabat, ¿por qué él mismo lo observó? 

Claramente lo dice la Escritura:

“Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. “
(Lucas 4:16)

Era costumbre de Yeshúa, desde su niñez, y como todo judío practicante de Israel, reposar el séptimo día y acudir a la sinagoga, ya sea para escuchar la exposición de las Escrituras, o para él mismo enseñar.

Luego de la muerte de Yeshúa, sus discípulos siguieron observando el Shabat:

“Ellos, pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron.”
Hechos 13:14

“Cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas.”
Hechos 13:42

“Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo.”
Hechos 15:22

Incluso, el mismo Pablo guardó el Shabat durante toda su vida y ministerio:

“Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.”
Hechos 16:13

“Y de acuerdo con su costumbre, Pablo entró a reunirse con ellos, y por tres Shabatot (sábados) discutió con ellos basándose en las Escrituras, explicando y demostrando que era necesario que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos. Él decía: 'Este Yeshúa, a quien yo les anuncio, es el Cristo'.”
Hechos 17:2-3

Entonces, y regresando a la cuestiones del domingo, si los discípulos y Pablo aun guardaban el Shabat durante el primer siglo, luego de la muerte de Yeshúa, ¿en qué momento se dejó de observar?

Un estudio cuidadoso de las fuentes históricas existentes en los siglos primero al quinto revela el hecho sorprendente de que la transferencia de la santidad del verdadero sábado bíblico al domingo fue un proceso largo y gradual.

El Dr. Kenneth Strand, profesor de Historia de la Iglesia, en la Universidad de Andrews, en Berrien Springs, Míchigan, categóricamente afirma, “Hasta el segundo siglo no hay evidencia concreta de una celebración cristiana semanal del domingo, en ninguna parte. Las Primeras referencias específicas durante ese siglo, vienen de zonas de Alejandría y Roma que ya habían rechazado la observancia del séptimo día sábado desde muy temprano.” (The Sabbat in Scriptures and History, pág. 330, Review and Herald Publishing Association, 1982).

La contestación la encontramos en las reformas de Constantino I. Aunque una discusión acerca de quién fue Constantino I y su influencia sobre la iglesia moderna está fuera del alcance de este escrito, sí les puedo asegurar que fue uno de los más grandes antisemitas de todos los tiempos, y sus imposiciones y reformas han afectado negativamente la realidad de las Escrituras hasta hoy. 

Citaré un artículo de Wikipedia en español sobre el emperador Constantino I:

Las leyes de Constantino mejoraron en muchas facetas las de sus predecesores, aunque también son un reflejo de una época más violenta. Algunos ejemplos de estas leyes son... el domingo fue declarado día de descanso [énfasis añadido], en el cual los mercados permanecerían cerrados, así como las oficinas públicas (excepto para el propósito de la liberación de esclavos). No había restricciones para el trabajo en las granjas.

De modo que no fue Yeshúa, ni los discípulos, ni Pablo, quienes abolieron la observancia del Shabat, sino Constantino I, quien fundó las bases de la religión llamada cristianismo.

Sin embargo, como ya hemos visto a través de las Escrituras, este diseño de celebración no fue lo que Yahwéh estableció en su Palabra. La observancia del domingo como “día del señor” está fundamentada en la adoración al sol, en especial el mitraísmo (adoración a la deidad Mitra) romano, lo cual nuestro Creador condena. Ni siquiera me atrevería a llamar al domingo “día de reposo”, pues la verdad es que nadie reposa como tal ese día; la mayoría de la gente asiste a la iglesia y luego siguen su día de trabajo realizando diligencias como cualquier otro día.

Para concluir, cabe mencionar que el Shabat será celebrado en el reino venidero:

“Porque como el cielo nuevo y la tierra nueva que voy a hacer perdurarán por mi voluntad –declara YHWH– así perdurará la simiente y el nombre de ustedes. Y novilunio tras novilunio, y Shabat tras Shabat, vendrá toda carne a adorarme –dijo YHWH.”
Isaías 66:22-23 (VIN)

Si finalmente el Shabat será observado en el reino venidero, ¿qué sentido lógico hace que Yahwéh haya establecido el Shabat como estatuto perpetuo en la antigüedad, para luego abolirlo a través de Yeshúa, para finalmente volverlo a restaurar? No hace sentido; más bien da una imagen errónea de un ser Supremo que no tiene firmeza en su propia palabra, o está indeciso, o no planifica su obra. ¡No, de ninguna manera! ¡Ése no es Yahwéh, el Poderoso y Fiel! Su Palabra permanece para siempre, y nunca cambia. Lo que Él dijo ayer, sigue estando vigente hoy, y permanecerá así por siempre. 

“Él no es un hombre para ser caprichoso, ni un mortal para cambiar de opinión. ¿Hablará él para no actuar, prometerá para no cumplir?”
Números 23:19

De modo que, si somos Su Pueblo, debemos guardar sus mandamientos procurando ser fieles a todo lo que originalmente Él ha revelado. Ellos son una delicia para nuestra vida, y nos traen bendición y vida eterna.

“...si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.”

Mateo 19:17

Bitácoras relacionadas para consultar:

jueves, 25 de diciembre de 2014

Las falacias de la Tradición contra la Verdad de la Instrucción Divina

"Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas".
(S. Juan 3:19)


Debo comenzar esta bitácora, confesando delante de Uds. que los lineamientos divinos expresados en este versículo no han cesado de vibrar, en mi mente y corazón, desde hace ya tres días. 

Sucede que he discernido en mis razonamientos la triste realidad que las congregaciones evangélicas viven hoy. Una realidad muy acorde al siglo XXI: mucha información pero cada día mayor necedad voluntaria. 

Los medios, globalizados en redes, y especialmente expandidos por medio de la Internet, ofrecen a cada momento un torrente de información de diversos niveles y tintes, que permiten conocer los fundamentos y las dinámicas de las distintas y variadas áreas humanas. Gracias a Internet, los seres humanos, ahora, tenemos acceso ilimitado a la información, y con ello, a millones de fuentes.

Aprovechando esta avanzada frenética de la ciencia y la tecnología, la gracia de de nuestro Dios Eterno ha permitido a todos aquellos que se dicen creyentes en Su Palabra, acceder sin límites a toda información que quieran y necesiten recibir en temas cruciales de sus prácticas de fe. 

Entiendo que en medio de la aventura del alma buscando el saber siempre está el riesgo de encontrarse perdido en los caminos del error que fundamenta una mentira y que, en el caso de un creyente en el Eterno, puede conducirlo a la herejía que hace caer en apostasía. Muchos de los llamados por el Padre Celestial, a veces en sus búsquedas sinceras olvidan algo: no todas las fuentes son veraces. Ante esto he sido testigos de cómo muchísimos redimidos han caído rápidamente en los lazos del engañador (diablo) y se han apartado de la fe, uniéndose al listado interminable de los condenados al juicio divino que los espera después de la segunda resurrección.

Sin embargo, en otras oportunidades, la comezón de oír, puede conducir a los escogidos a páginas con contenidos fundamentados en al correcta información, pero que, lamentablemente, son inspiradas por el mismo espíritu que susurró a los oídos de Hava (Eva) falacias que conducen a la rebelión que obliga al Eterno a aplicar, primeramente maldición, y luego condenación. Para que se entienda bien lo que quiero expresar, primeramente definiré lo que significa la expresión falacia. Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE) una falacia es una mentira o engaño con el que se pretende dañar a una persona sin que ésta se dé cuenta. En la lógica, el concepto se utiliza para referirse a un argumento que intenta defender algo que es falso, desde la utilización de conceptos verdaderos. 

Teniendo en cuenta esto último, hoy encontré a esta mujer mexicana, según su testimonio ex-hechicera, devenida en "profeta" de Dios, dando sus saludos navideños a sus fanáticos seguidores e impartiéndoles una enseñanza que partiendo de lo correcto se lanza a la falsedad de su pragmatismo.

Antes, de continuar con lo que quiero expresar, deseo invitarlos a que tomen un poco de su tiempo (23 minutos) y se dispongan a escuchar la enseñanza impartida por esta dama:


Encabecé esta bitácora con las palabras mesiánicas que han estado invadiendo constantemente mi mente y corazón estos tres últimos días, porque he notado que la gran mayoría de los escogidos que aún habitan en medio de la Gran Ramera, lo hacen no por estar hipnotizados por los encantamientos de este sistema, sino porque voluntariamente gozan de los placeres que sus dogmas y costumbres promueven.

Si han discernido bien la enseñanza dada en este video, lo que "Voz de la Luz" (nombre del ministerio de esta mujer) expresa claramente es que existen fiestas paganas heredadas a través de tradiciones humanas. Es decir, que esta mujer reconoce que la navidad, así como otras costumbres, procede de una herencia totalmente ajena a la que el Eterno ha entregado a Su Iglesia, a través de la redención hecha en Su Hijo, nuestro Mesías. Desde esta posición de su ponencia, la "profeta" (no entiendo por qué usa título viril) da la sensación de estar de acuerdo con lo que nuestro amado Señor enseñó con respecto a la tradición de los hombres y sus efectos contrarios a la Palabra de Dios (ver S. Mateo 15:2-9), sin embargo al terminar su exposición descubrimos que esto no es así, sino que, por el contrario, para ella esta tradición debe ser simplemente "redimida" para Dios, osea robada a Satanás (según su óptica) y traída como obsequio al Eterno, nuestro Abba.

Para que esta conclusión sea aceptada y creída por sus oyentes, es interesante observar que la asumida sierva al servicio de los santos utiliza una excelente exposición de conocimientos certeros, sujetos todos a los datos históricos correctos. 


De ese modo, la enseñanza transcurre primeramente por el calendario hebreo (al que ella llama judío), señalando magistralmente la fecha de concepción y nacimiento aproximadamente correcta del Mesías. Recurriendo a la explicación de los 24 turnos sacerdotales y su aplicación a Zacarías, sacerdote del turno de Abías, padre del profeta Juan, el bautista, ella deja bien en claro que la clase sacerdotal de Abías ministraba en el 4º mes (llamado por la casa de Judá, Tamuz). Zacarías, que pertenecía a este linaje sacerdotal, estaba justamente ministrando en este mes cuando recibió la noticia de que su mujer concebiría de él un hijo a partir de este tiempo (junio-julio). La misma Ana Méndez lee el evangelio de Lucas (cap.1: vs.5-13; 36) y hace asumir que, siendo este el tiempo de concepción de Juan, su nacimiento ocurriría en el mes de adar, demostrando así, por lógico conteo de meses, que el Mesías debe haber nacido en las segunda quincena del 7º mes (tishrei) aproximadamente. 

Luego, y del mismo modo magistral, esta mujer aporta a sus oyentes la información, también certera del mitraísmo, religión esotérica que influenció al Imperio Romano durante los siglos II al IV, y que los mismos emperadores practicaban y promocionaban. En esta sección de su enseñanza, ella dejará constancia de que las anécdotas referentes al nacimiento del Mesías y asumidas por la cristiandad como ciertas (pesebre en una cueva, animales que rodean a un "niño dios", etc.) pertenecen en realidad al mito del nacimiento de Mitra, un falso cristo invocado en aquel entonces y que está relacionado con Tamuz, el hijo de Nimrod y Semirámis, posteriormente divinizado por distintas culturas y civilizaciones. Ella demuestra en esta marcha pedagógica cómo esta religión cristalizó la fecha del 25 de diciembre como el festival del Natalis Solis Invictus (Nacimiento del Sol Invisible o Navidad). Queda claro como, a través de Constantino, esta fiesta será una sincretización aceptada por los obispos de occidente ante las ofertas políticas que ese emperador les ofreció para dejarlos funcionar como religión oficial del Imperio.


También, aprovecha esta sección, para explicar las costumbres asumidas por las tradiciones navideñas provenientes de las saturnales. Las Saturnales (en latín Saturnalia) eran unas importantes festividades romanas. Esta fiesta se celebraba con un sacrificio en el Templo de Saturno, en el Foro Romano, y un banquete público, seguido por el intercambio de regalos, continuo festejo, y un ambiente de carnaval que desplomaba las normas sociales. Todo esta información la profundiza esta mujer mientras enseña. 

Luego, la enseñanza "mendeziana" discurre por la correcta información que conecta a a esta fiesta con las tradiciones nórdicas de Europa. Es perfecta la síntesis que esta mujer realiza demostrando que el espíritu de la navidad está conectado a la actividad diabólica de la adoración falsa de las naciones bárbaras que la  practicaron. Terminará mostrando como el dios Odín, montado en la cabra (símbolo de la rebelión), cabalgaba en los cielos de esas regiones trayendo un mensaje de paz, junto con regalos a sus adoradores. Es aquí dónde esta mujer pone su punto de denuncia al consumismo, explicando claramente que esta camino reptiliano es el producto propio de esta celebración luciferina.

Por último, y como si tanta información acertada no alcanzara, Ana Mendez recurrirá al relato de sus experiencias viajeras. Entonces conduce la atención de todos a una experiencia que tuvo con otros supuestos "profetas", en una misión (dada según ella por Dios) al polo norte. Habla allí de correos navideños enviados al "palacio de Santa". Se remonta a visiones en el que aparecen troll y otras especies del inframundo. Y terminará infundiendo miedo a sus espectadores aduciendo que esos demonios visitan cada 25 de diciembre sus casas y familias trayendo maldiciones y plagas de todo clase.

Por todo esto, y ante tanta y correcta información, la conclusión de esta enseñanza se desprende libremente en el corazón de los que escuchan esto. Se denota y discierne como el espíritu pedagógico de la Verdad, está listo para manifestar su producto: hombres libres de cautividad. Sin embargo, y lamentablemente, el resultado de esta exposición, de repente se frena, y luego desviándose, termina diferente. La "profeta", con total falta de compromiso ante el llamado del Eterno, y como pretendiendo ganar más "admiradores", dirá adulando a sus oyentes que es necesario celebrar esta fiesta pero limpia de toda contaminación pagana. Para ello, justificará que estas fechas forman un buen tiempo para proclamar el evangelio de Jesús, procurando que Él nazca en los corazones de los hombres, que en esta temporada se inclinan a buscar de las cosas del Dios vivo.  Pues bien, ante este resultado, y entendiendo el significado de las palabras, debo decir que una veza más estamos ante una falacia.

Pero de repente la Escritura comienza nuevamente a vibrar en mi mente y corazón. Tengo claro en mí que cuando hay Instrucción (Torah), no es necesaria tanta visión. Entonces, me hago consciente que no hay nada nuevo bajo el sol. Entiendo que siempre el alma del hombre busca rebeldemente aquello que el Eterno le ha señalado que no es conveniente para su vida. Los hombrees tienden a elegir el camino de la muerte. Israel siempre nos es ejemplo en esto. Su historia escrita lo demuestra. Fue por esta constante actitud negativa de buscar falacias para interpretar la Torah que el Reino del Norte fue dispersado y nunca más volvió a su heredad:
"Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Yahwéh su Dios.
 Y desecharon sus estatutos, y el pacto que él había hecho con sus padres, y los testimonios que él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las naciones que estaban alrededor de ellos, de las cuales Yahwéh les había mandado que no hiciesen a la manera de ellas.
Dejaron todos los mandamientos de Yahwéh su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal;  e hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agoreros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Yahwéh, provocándolo a ira. 

Yahwéh, por tanto, se airó en gran manera contra Israel, y los quitó de delante de su rostro; y no quedó sino sólo la tribu de Judá".
(2Reyes 17:14-18)

No obedecer la Torah (Instrucción) produce juicios divinos, y todo juicio termina en condenación, palabra que el "mundillo evangelicoide", desde sus líderes mismos, dicen que no corresponde usar. Seguir las costumbres de pueblos ajenos a Israel es propio de la vanidad que el Santo denuncia. ¡Navidad es Vanidad!

La señora Méndez, al igual que una inmensa mayoría de líderes religiosos, no quieren someterse al llamado que el corazón pastoral del Eterno tiene para aquellos que se dicen siervos de Su propósito:


"Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio".
(Ezequiel 44:23)

Cuando la misión pastoral se lleva en el carril correcto de su diseño no se teme la pérdida de discípulos. Al contrario, el Espíritu Santo del Eterno se está moviendo en Su Gracia sobre las aguas (naciones, muchedumbres, pueblos, etc.) permitiendo que toda esta información histórica esté saliendo a la luz de las conciencias con el fin de que el Pueblo de Yahvéh salga de las zonas de cautividad babilónica.

No estamos llamados a robar nada. No somos ladrones. Ladrón es HaSatán desde el principio. Él viene para robar, matar y destruir (Juan 10:10) y de acuerdo al contexto de esta denuncia mesiánica, esto él lo hace por medio de las estructuras religiosas que opresionan a los hombres con tradiciones y dogmas provenientes de las fauces del adversario mismo.

Los invito a escuchar esta pequeña reflexión que grabé al inicio de este mes ante esa falacia de que hemos robado la navidad, y otras costumbres al diablo, para dedicárselas al Eterno Dios:
(Nota: Aunque el video aduce que no se puede reproducir, los invito a hacer click sobre la imagen del mismo en el cartel ACEPTAR y serán redireccionados al link original. Tengan paciencia el material tarda en comenzar debido a la publicidad)
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miércoles, 24 de diciembre de 2014

Razones navideñas para no celebrar la Navidad


Basándonos en todos los hechos históricos que prueban que la Navidad es una fiesta pagana de lineamientos astrológicos. Especialmente, fundamentándonos en las claras advertencias bíblicas contra el uso de prácticas paganas en la adoración del verdadero Dios, podemos concluir que nuestro Mesías, Yeshúa, no guardaría la Navidad hoy en día. De hecho, la Navidad es una ofensa para él.

El Eterno Dios pronunció en el Antiguo Pacto una maldición sobre Israel por observar fiestas paganas:

"He aquí, yo os dañaré la sementera, y os echaré al rostro el estiércol, el estiércol de vuestros animales sacrificados, y seréis arrojados juntamente con él"
(Malaquías 2:3)

Él mismo asegura que dañará toda siembre que realice aquella persona que celebre prácticas anti-Dios. Yahvéh asegura que demandara la inmundicia con la que manchan Su nombre y propósito eterno. No existe ningún indicio en las Escrituras de que el Eterno Dios sienta algo distinto ahora acerca de fiestas paganas que supuestamente lo honran.

HaSatán (Satanás), el gran engañador (Apocalipsis 12:9), ha embaucado a la humanidad con sus fiestas paganas. Él no las muestra como son en realidad, lo que el apóstol Pablo describió como hacerse "partícipes con los demonios" (1Corintios 10:20). Pablo, y las primeras comunidades del Mesías, sabían que Satanás "se disfraza como ángel de luz" (2 Corintios 11:14). Les guste o no aceptarlo a la humanidad, el diablo es "el dios de este siglo" (2 Corintios 4:4), y como tal, ejerce gran influencia en la humanidad. Siempre ha falsificado la verdad de Dios, y en este caso ha sustituido las auténticas fiestas bíblicas con sus falsas fiestas religiosas.

Quiero concluir con once razones por las cuales un verdadero hijo del Eterno Dios no celebra la Navidad:  
  1. La Navidad no se menciona en la Biblia. 
  2. La Navidad es motivada por el comercio.  
  3. Jesucristo no nació el 25 de diciembre. 
  4. Jesús no celebró su cumpleaños, y no necesita que nadie se lo celebre. 
  5. Es una celebración pagana que ha sido cristianizada. 
  6. Dios condena el uso de costumbres paganas para adorarlo a él. 
  7. Celebrar la Navidad es adorar a Dios en vano. 
  8. No se puede lograr que Cristo sea parte de algo en lo que nunca estuvo.  
  9. En la Biblia se nos dice que conmemoremos la muerte de Jesús, no su nacimiento. 
  10. La Navidad distorsiona el plan de Dios. 
  11. Yo prefiero celebrar las fiestas que Jesucristo y sus apóstoles celebraron. 
Si usted guarda la Navidad y otras fiestas religiosas que no son aprobabas por la Biblia, ha sido engañado por el dios de este mundo para que lo honre a él como un ángel de luz.

Los árboles navideños, las guirnaldas y el Papá Noel o Santa Claus no honran a Jesús; pues representan y honran a personajes paganos que antecedieron a Jesús por cientos de años.

Jesús no nació el 25 de diciembre, y si estuviera en la Tierra hoy, no celebraría la Navidad. Es más, censuraría a cualquiera que la observara. La Navidad es ofensiva para el Eterno Dios porque ciega a la humanidad impidiéndole verlo a Él y a Su Verdad, la Torah (Instrucción) en la mente y el corazón del hombre.

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