Jerusalén,
8 sep (EFE).- El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, dijo hoy que
Turquía no se convertirá un en enemigo de Israel y que la crisis
diplomática por el asalto israelí a la flotilla con destino a Gaza en
2010 en el que murieron nueve activistas turcos "pasará".
"Finalmente esta ola pasará.
Reconocemos la realidad. Ellos reconocen la realidad", dijo el ministro
en declaraciones a la radio pública israelí sobre el incidente que
provocó el debilitamiento de las relaciones bilaterales y la posterior
ruptura diplomática.
Barak pronosticó que la agitación actual en Oriente Medio
ayudará a Israel a estrechar lazos con su antaño aliado estratégico
musulmán en la región, tras destacar que el reciente informe elaborado
por una comisión de la ONU sobre el asalto a la flotilla ha considerado
legal el bloqueo marítimo a Gaza, aunque desproporcionado el uso de la
fuerza por parte de Israel.
Tras la filtración de ese informe, Ankara anunció que rebajaba
al mínimo sus relaciones con el Estado judío, lo que implica la retirada
de su embajador y la suspensión de las relaciones militares, al tiempo
que continúa exigiendo a Israel que se disculpe por la muerte de
ciudadanos turcos en el asalto a la flotilla.
Barak insistió en que Israel y Turquía son "dos países
importantes para Occidente en la región... Estoy seguro de que podremos
superar esto".
Lo "principal es no entrar en caída libre. Turquía no se va a
convertir en enemigo de Israel y no hay razón para que gastemos
invectivas y energía sobre esta cuestión", añadió.
Interpelado sobre si su país debería pedir disculpas por la
muerte de activistas turcos a bordo del Mavi Marmara el 31 de mayo de
2010, el ministro remachó: "Mira, se trata de leche derramada. Eso no es
importante en estos momentos".
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