Washington, EUA.- El presidente estadounidense Barack Obama se pronunció en contra de una propuesta en México para llegar a arreglos con el crimen organizado como una salida a la violencia que genera el narcotráfico.
El mandatario tuvo una reunión en la Casa Blanca con un grupo de
periodistas de habla hispana en donde apuntó que “si se compra la paz
por medio de arreglos con gente sin moral y respeto a la vida humana, no
es bueno para una sociedad”.
Obama consideró que la lucha contra estos grupos, bajo el gobierno
del presidente Felipe Calderón, tiene profundas implicaciones sociales
para México.
“El presidente Calderón está en lo correcto cuando dice que si los
criminales pueden controlar enormes segmentos de la economía y
presentarse como parte de la fibra social de México tendría un efecto
corrosivo y corruptor en la sociedad”, señaló Obama.
El mandatario confió en que este razonamiento prevalezca entre la población, dadas sus profundas implicaciones.
Obama dijo que está evaluando una solicitud del Congreso para que la
Casa Blanca turne documentos, correos electrónicos y notas de tres altos
funcionarios, que tuvieron conocimiento de la operación Rápido y
Furioso, que permitió infiltrar armas a México.
La petición fue hecha por el presidente del Comité de Supervisión de
la Cámara de Representantes, el republicano Darrel Issa, y por el
senador republicano Charles Grassley, como parte de una ampliación de la
pesquisa legislativa sobre la operación.
Los tres funcionarios implicados son el ex director para América del
Norte del Consejo Nacional de Seguridad, Kevin O’Reilly; su director
para el hemisferio occidental, Dan Restrepo, y el director de
terrorismo, Greg Gatjanis.
Obama reiteró su desconocimiento sobre el controversial programa,
mediante el cual la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF)
permitió el ingreso ilegal de más de dos mil armas a México.
Explicó que los tres funcionarios en cuestión recibieron información
en términos generales, sin detalles sobre los alcances que ahora han
trascendido.
Dijo que su gobierno ha respondido ya en varios frentes, primero con
una investigación conducida por el Departamento de Justicia, y con
cambios recientes en la dirección de la ATF y su oficina en Phoenix.
A preguntas sobre su resistencia a impulsar que se restablezca la
prohibición de la venta de armas de asalto, Obama dijo entender que el
control de armas 'es sensible en México, y lo que queremos es cooperar'
con ese gobierno.
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