Fumar trae consecuencias graves a la memoria, la capacidad de resolver
problemas y el coeficiente intelectual, sobre todo en aquellas personas
que tienen el hábito desde hace varios años. El trabajo fue realizado
por expertos de la Universidad de Michigan, en los Estados Unidos.
Esto se contradice con la percepción de los adictos con respecto a su
hábito: es frecuente escucharlos decir que fumar les ayuda a
concentrarse o a estar más alerta en el trabajo o el estudio.
Según explicó el especialista Manuel Nogales Mendoza, para que un alumno llegue a tener un rendimiento superlativo es necesario que el sistema nervioso, los pulmones y el corazón trabajen de manera eficiente, para lo cual requiere sangre rica en oxígeno.
El humo del tabaco tiene monóxido de carbono, que se une a la hemoglobina –la molécula que transporta el oxígeno en la sangre-. Es por ello que en los fumadores la llegada de oxígeno al cerebro es deficiente, situación que afecta la actividad de este órgano.
En tanto, el cigarrillo también aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca, y produce vasoconstricción –o menor flujo sanguíneo-. Esto lleva a que el organismo reciba menor cantidad de nutrientes y disminuya así su resistencia, publicó el sitio web Cadena 3.
Con todo esto, se observa que los fumadores cuentan con una disminución notable en su rendimiento intelectual y físico, concluyó Nogales Mendoza.
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