El reciente doble atentado en Noruega,
que causó la muerte a 76 personas, ha vuelto a llamar la atención del
peligro que representa la ultraderecha, no solo en los países
escandinavos, que hasta ahora eran modelos de tolerancia religiosa y
confianza multicultural, sino en toda Europa y hasta en EE. UU.
La oposición hacia los inmigrantes (especialmente contra los
musulmanes), la globalización, y el multiculturalismo ha demostrado ser
una poderosa fuerza política, y en algunos casos hasta un incentivo a la
violencia.
Pese a que los partidos políticos modernos no son proclives a la
violencia, no son raros los casos en los que representantes de fuerzas
derechistas en un arrebato populista empiezan a pregonar la necesidad de
defender la genuina identidad nacional, alentando de tal forma
conductas violentas y odios hacia las minorías inmigrantes, señalan los
expertos.
Hay que destacar que el número de los ataques antiinmigrantes ha
aumentado considerablemente en toda Europa, y sobre todo en los países
nórdicos en los últimos años. En noviembre pasado, un ciudadano sueco
fue detenido en la ciudad de Malmö (sur de Suecia), por su presunta
relación con los tiroteos de más de una docena de inmigrantes,
incluyendo uno mortal.
Por otro lado, una tendencia que se viene observando desde hace algunos
años en los países escandinavos tiene que ver con la mayor
participación política de la extrema derecha en las instituciones. El
partido ultraderechista Demócratas de Suecia, por ejemplo, entró en el
Parlamento del país por primera vez, después de obtener el 5,7 % de los
votos en las elecciones generales del pasado mes de septiembre. En la
política noruega la extrema derecha también ha escalado posiciones y
está representada por el Partido del Progreso, que en las elecciones
generales del 2009 obtuvo el 23% de los votos.
La masiva llegada de refugiados, ávidos de asilo político, y de
numerosos inmigrantes económicos también provocaron una feroz reacción
de la extrema derecha en países como Dinamarca, donde el Partido Popular
Danés tiene 25 de los 179 escaños del Parlamento, y los Países Bajos,
donde el partido de Geert Wilders para la Libertad ganó el 15,5% de los
votos en las elecciones del 2010.
No se trata solo de una zona geográfica en particular, el escenario
ultraderechista se ha ampliado drásticamente gracias a las altas
tecnologías, y cada vez hay más foros y debates, también en Internet,
donde prolifera el odio xenófobo.
Fuente: Actualidad RT
Fuente: Actualidad RT
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