Qué hermosas son las perlas. Aun así debemos saber que son producto del dolor.
Toda perla es la consecuencia de una ostra que ha sido herida por un grano de
arena que ha entrado en su interior. Una ostra que no ha sido herida no puede
producir perlas...
En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia llamada “nácar” y
cuando un grano de arena penetra en la ostra, ésta lo recubre con capas de
nácar para protegerse. Como resultado, se va formando una hermosa y brillante
perla.
Teniendo en cuenta este dato:
- ¿Te has sentido herido por las palabras, o actitudes de alguien?
- ¿Has sido acusado de decir cosas que nunca has dicho?
- ¿Han sido tus ideas rechazadas o ridiculizadas?
- ¿Te han culpado de haber hecho algo que jamás hiciste?
- ¿Tu actitud frente a ciertas situaciones, se malinterpreta?
- ¿Has sufrido alguna vez los golpes de la indiferencia?
- ¿Te han herido precisamente aquellas personas que menos esperabas?
- ¿No te valoran como realmente lo mereces?
Entonces, perdona y haz de tu herida una perla.
Cubre tus heridas con varias
capas de amor, recuerda que cuanto más cubierta esté tu herida, menos dolor
sentirás. Por el contrario, si no la cubres de amor, esa herida permanecerá
abierta, te dolerá más y más cada día, se infectará con el resentimiento y la
amargura y peor aún, nunca cicatrizará.
En nuestra sociedad, podemos ver muchas
"ostras vacías" no porque no hayan sido heridas, sino porque no
supieron perdonar, comprender y transformar el dolor en una perla.
Y recuerda siempre que “una perla es… una herida sanada por el amor"
1 comentarios:
ALELUYA!!
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