Desde hace tiempo vengo anunciando y advirtiendo que el agua potable se transformaría en el recurso estratégico del siglo XXI, por el que las naciones y sus élites gobernantes entrarían en las últimas guerras de la humanidad.
Una verdadera polémica se desató en estos días luego que el presidente de Nestlé, Peter Brabeck-Letmathe, indicara que el agua no es un derecho humano y que, a su parecer, debería ser privatizada.
Una verdadera polémica se desató en estos días luego que el presidente de Nestlé, Peter Brabeck-Letmathe, indicara que el agua no es un derecho humano y que, a su parecer, debería ser privatizada.
Brabeck-Letmathe, representante del mayor fabricante de productos alimenticios del mundo, señaló que las grandes empresas deben disponer de todo el agua del planeta y la población no debería disfrutar de ella si no la paga.
Pero esta no es la primera vez que este hombre hace este tipo de declaraciones, en alguna oportunidad se manifestó a favor de los alimentos genéticamente modificados.
Algunos especialistas no se sorprenden por lo dicho, pues afirman que Nestlé y su delegado tienen un largo historial de desprecio a la salud pública y de abuso del medio ambiente pese a tener ganancias anuales del orden de 35.000.000 dólares por la venta de botellas de agua.
En el informe que a continuación comparto podrán apreciar cuáles son las actividades antihumanas que esta transnacional realiza con el fin de apropiarse del agua del mundo.
Desde el manto profético ejerceré la pedagogía aportando que la voz agua aparece 582 veces en el Antiguo Testamento y cerca de 80 veces en el Nuevo. Pero el dato no se agota allí en cuanto al vocabulario referente al agua. Tenemos en la Biblia toda una constelación de términos en torno a este tema. La palabra mar es de las más frecuentes (395 veces) en hebreo y 92 veces en griego. Estas y otras palabras expresan de una manera muy directa la experiencia humana y espiritual del agua. La riqueza del uso del vocabulario referente al agua es muy rica en el texto sagrado, y recoge todos los aspectos que tienen que ver con ella.
Una forma gráfica de representarnos la importancia del agua en la Biblia es pensar que en el Antiguo Testamento este tema se encuentra en 1.500 versículos y en 430 del Nuevo Testamento. Y no se trata sólo de la cantidad numérica de textos, sino sobre todo del rico simbolismo que ese elemento encierra, y como símbolo nos ayuda a captar de una manera intuitiva realidades profundas que no podemos percibir y experimentar sino de una manera indirecta.
La primera y la última página de la Biblia ponen el agua como elemento dominante. La protología y la escatología concuerdan al dar al agua un puesto importante. Es como si quisieran decirnos que toda la historia de la tierra, desde su comienzo hasta el final está regida por la criatura agua.
Al hablarnos de la creación nos encontramos que el autor sagrado nos dice que el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas para fecundarlas y darles el poder de que de ellas surgiera la vida. Las primeras obras de la restauración creativa tienen por centro el agua. El Eterno Dios divide las aguas superiores de las inferiores por medio de una bóveda sólida: el firmamento. Y separa las aguas del lodo primitivo. Las aguas se reúnen y forman el océano primordial y entonces emerge la tierra firme que son los continentes.
Evidentemente el elemento agua juega un rol importantísimo en el diseño divino de la vida. Debido a ello, los enemigos del Propósito eterno de YHVH, asociados a logias luciferinas están movilizándose para apropiarse de toda reserva de este noble elemento existente en el mundo a fin de exterminar a las masas de forma rápida y efectiva.
¡Clamemos unidos por la pronta parusía de nuestro Señor!
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