Justo y "casualmente" después de que el Club Bilderberg terminara las sesiones de su encuentro anual número 61, las noticias se ven conmovidas con las reformas que el gobierno español (representada por la reina Sofía y el ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo) aceptó instalar en esa nación frente a los 140 asistentes de esta sociedad secreta tan perversa.
Así pues, iniciando los pasos luciferinos de cambios favorables a la élite, el rey Juan Carlos de España sorprendió hoy al mundo con el anuncio de su abdicación a la corona de España. El anciano monarca justificó ante los ciudadanos su decisión de abdicar en su hijo, el príncipe Felipe, asegurando que "una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista" en el país.
Así pues, iniciando los pasos luciferinos de cambios favorables a la élite, el rey Juan Carlos de España sorprendió hoy al mundo con el anuncio de su abdicación a la corona de España. El anciano monarca justificó ante los ciudadanos su decisión de abdicar en su hijo, el príncipe Felipe, asegurando que "una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista" en el país.
El monarca español, de 76 años, dijo en su retirada: "Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura está demandando".
Lo hizo en un mensaje a la nación emitido por televisión dos horas y media después de que el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, comunicara en La Moncloa la decisión del monarca de dar un paso atrás en favor de su hijo, de 46 años.
En este mensaje, el monarca aseguró que esta decisión la tomó en enero, al cumplir 76 años, y una vez recuperado ya de su última operación.
"Quiero lo mejor para España, a la que he dedicado mi vida entera", manifestó el rey, al que se vio emocionado en su despacho del Palacio de La Zarzuela, en el que se grabó el mensaje.
Su hijo, que reinará como Felipe VI, "encarna la estabilidad", dijo. "Tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad necesario para asumir la jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de esperanza".
El rey Juan Carlos está aparentando una solidaridad compasiva con el querer de la mayoría de los españoles. Según una encuesta publicada en enero, mientras cumplía sus actuales 76 años, el 62% de los españoles creía que el Rey Juan Carlos de Borbón y Borbón debía renunciar a la
corona. Asimismo, dicha encuesta dio a luz que sólo un 49,9% de españoles apoya la monarquía como forma de gobierno.
Las cargas políticas que lo han obligado a esta abdicación son innumerables. El escándalo del accidente del monarca mientras cazaba en Botsuana, la construcción de un pabellón de caza a cuenta de Patrimonio Nacional y, sobre todo, los casos de corrupción que implican a miembros de la Casa Real han desgastado enormemente la imagen de la monarquía.
Hoy, desde un discurso manipulador nada creíble, el monarca que carga una mochila enorme con sospechas de tapa corrupción en la casa real, presenta su noble voluntad sujeta a un falso deseo de anhelar tiempos nuevos y mejores cosas para la nación española.
Pero estoy convencido que la verdad que se esconde detrás de esto va más allá de lo asegurado por el septuagenario monarca. Estoy convencido que el Club Bilderberg pretende que el príncipe Felipe, al heredar el trono de España, se rodee de los poderes económicos de su controvertida institución, por lo cual Juan Carlos I ha sido presionado a abdicar. Justamente, no es mera casualidad que la reunión de la controvertida organización fue celebrada un día antes de la declaración histórica del Rey: del 28 de mayo al 1 de junio en el hotel Marriott de Copenhague (Dinamarca).
Aquí el recuerdo del momento preciso en que Juan Carlos juraba como rey frente a los españoles:
Las cargas políticas que lo han obligado a esta abdicación son innumerables. El escándalo del accidente del monarca mientras cazaba en Botsuana, la construcción de un pabellón de caza a cuenta de Patrimonio Nacional y, sobre todo, los casos de corrupción que implican a miembros de la Casa Real han desgastado enormemente la imagen de la monarquía.
Hoy, desde un discurso manipulador nada creíble, el monarca que carga una mochila enorme con sospechas de tapa corrupción en la casa real, presenta su noble voluntad sujeta a un falso deseo de anhelar tiempos nuevos y mejores cosas para la nación española.
Pero estoy convencido que la verdad que se esconde detrás de esto va más allá de lo asegurado por el septuagenario monarca. Estoy convencido que el Club Bilderberg pretende que el príncipe Felipe, al heredar el trono de España, se rodee de los poderes económicos de su controvertida institución, por lo cual Juan Carlos I ha sido presionado a abdicar. Justamente, no es mera casualidad que la reunión de la controvertida organización fue celebrada un día antes de la declaración histórica del Rey: del 28 de mayo al 1 de junio en el hotel Marriott de Copenhague (Dinamarca).
La abdicación es una fórmula excepcional en la Corona española. Se ha efectuado anteriormente, en concreto en seis ocasiones en los últimos siglos. La última vez fue, precisamente, la renuncia en 1941 de Alfonso XIII en favor de su hijo don Juan de Borbón, padre del rey Juan Carlos. El conde de Barcelona nunca llegó a reinar. Y en 1977 presentó oficialmente la renuncia a sus derechos al trono ante su hijo, el rey Juan Carlos, al que las cortes franquistas ya habían nombrado jefe del Estado en 1975.
Aquí el recuerdo del momento preciso en que Juan Carlos juraba como rey frente a los españoles:
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