miércoles, 8 de febrero de 2012

Paraísos Fiscales: Los tumores de la economía mundial


Los estudiosos del tema se quejan del desconocimiento existente en el gran público sobre los paraísos fiscales. De hecho, cuando hablas con alguien su primer pensamiento es que si tuviese dinero lo llevaría a las Islas Caimán, Jersey, las Islas Vírgenes, Gibraltar, Andorra o Suiza. Pero la dimensión que tienen estos centros financieros es tal que se ha colado hasta en los sistemas políticos de los países democráticos e impiden el crecimiento de los países del sur.
Hasta los años 80 estos lugares funcionaban como una caja B donde la gente acaudalada depositaba dinero, pero tras la globalización financiera que permitió la libertad de movimientos de capital de un país a otro, se convirtieron en centros legales.
En ese momento se eliminaron los controles de regulación bancaria que existían en todos los países y quedó plena libertad para mover el dinero.
En la actualidad los paraísos fiscales son aquellos enclaves geográficos que se han convertido en centros financieros para no residentes. Se conocen también como offshore y ofrecen ventajas como la exención de impuestos, opacidad, secretismo y mucha libertad de acción para hacer operaciones que en países normales no se podrían hacer", según las declaraciones de Juan Vigueras, doctor en Derecho, coordinador de la Comisión de Paraísos Fiscales de ATTAC España y miembro del comité directivo de Justicia Fiscal Tax Justice Network.
En lugares como las Bermudas, Luxemburgo o Liechtenstein depositan dinero fundamentalmente las grandes corporaciones internacionales y los grandes bancos. Estos son los principales clientes de los paraísos fiscales


Los beneficios que obtienen con ello son por un lado un ahorro fiscal al no pagar impuestos, y por otro la posibilidad de realizar operaciones opacas de las cuales se desconoce quién ha sido realmente el titular. "Lo más simple es hacer depósitos, pero normalmente se crea un fondo de inversiones o una sociedad offshore con una regulación específica” -explica Juan Vigueras-. En la propia memoria de Telefónica se recogen siete sociedades holdings (sociedades de cartera) registradas en las Islas Vírgenes Británicas con el mismo domicilio, que es un buzón de correos: PAL GROVE HOUSE. P.O. BOX 438 Tórtola. British Virgins Islands.


 
Estos lugares paradisíacos están hundiendo las economías del planeta. 

Veamos para demostrarlo dos casos: el tercer mundo y los países industrializados.
Juan Vigueras nos habla del empobrecimiento de los países del sur: "Desde ATTAC calculamos que al año se pierden por evasión fiscal 255.000 millones en estos países. El empobrecimiento se debe a la evasión fiscal de las clases dirigentes de allí. Pero además este sistema contribuye a la corrupción de estos mandatarios. Pensemos en Angola, un país rico en petróleo que en realidad explotan compañías norteamericanas. Éstas se han negado repetidamente a dar datos públicos de cuánto le pagan al Estado angoleño, que tiene cuentas en Jersey. Y las sublevaciones militares que se dan en países del sur se financian con dinero procedente de estos sitios, porque es la manera de que no se sepa de dónde ha venido". Paradójicamente, mientras se da o presta dinero a estos países para que puedan crecer, los dirigentes se lo llevan a paraísos fiscales, hasta el punto de que con ese capital se podrían conseguir gran parte de los Objetivos del Milenio, que no se cumplen por falta de presupuesto.

 Pasemos ahora a los países industrializados. El periodista Xavier Caño afirma que "se calcula que la evasión de impuestos a gran escala en países desarrollados reduce hasta un 15% los ingresos de los Estados y, en consecuencia, la inversión en educación, sanidad y seguridad. Además, la corrupción tiene en los paraísos fiscales los cómplices imprescindibles donde guardar y camuflar el fruto de sus rapiñas: esa corrupción retrasa el desarrollo social, como reconoce el propio FMI, o precipita directamente a la ruina. El caso de Argentina es significativo: el dinero evadido o robado a lo público fue a paraísos fiscales y casi equivalía al monto de la deuda externa que ahoga al país"

En Europa ya puede verse cómo influyen los impuestos que no pagan estas grandes empresas con sede en los paraísos fiscales. Están arruinando economías como la de Alemania. Para solucionarlo, este país ha subido el IVA del 16 al 19%, mientras ha bajado la tributación de los beneficios del capital para animar a las empresas a que se queden.
Pero su influencia no es sólo económica. Juan Vigueras acaba de publicar con Akal el libro Los paraísos fiscales. Cómo los centros offshore socavan las democracias. ¿Cómo influyen hasta ese punto? "Porque al final los gobiernos no tienen libertad para ejecutar el programa que se han comprometido. Fíjate que cuando hay un acontecimiento político enseguida se habla de cómo van a subir los mercados y la bolsa. Es decir, son los mercados financieros los que están juzgando la política de los gobiernos en vez de los ciudadanos. Eso sucede así y lo aceptamos como normal. Pues no lo es, y hay que meterlo en la cabeza de la gente".

Los denominados paraísos fiscales son paraísos tan sólo para organizaciones y personas que operan fuera de la ley, utilizados para lavar dinero cuyo origen no quieren declarar, evadir impuestos y evitar ser identificados y controlados. Pueden ser empresas o individuos que delinquen económicamente, así como traficantes de drogas, armas o personas, organizaciones ilegales de cualquier tipo y peligrosidad. Paraíso fiscal es una expresión engañosa y liviana que esconde delitos, delincuentes, cómplices y víctimas. Convendría dejar de llamarlos paraísos fiscales para desenmascararlos como paraísos para delincuentes y evasores, que es en verdad lo que son.

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