lunes, 24 de septiembre de 2012

Morir por Cristo... una bienaventuranza de muchos


La persecución a los discípulos de Cristo fue una parte dramática de la historia de la iglesia primitiva. 

Cualquiera que crea que la vida, muerte y resurrección de Jesucristo fue un engaño creado por hombres y conjurado por un grupo de discípulos, debería chequear el legado del martirio. Once de los doce apóstoles, y muchos de los otros primeros discípulos, murieron por su adherencia a esta historia. Esto es dramático, ya que todos presenciaron los presuntos eventos de Jesús y aún así defendieron su fe hasta la muerte.

¿Por qué es esto dramático, cuando muchos a lo largo de la historia han muerto como mártires por creencias religiosas? Porque la gente no muere por una mentira. Eche un vistazo a la naturaleza humana en toda la historia. Ninguna conspiración puede ser mantenida cuando la vida o la libertad están en juego. Morir por una creencia es una cosa, pero numerosos testigos oculares muriendo por una mentira es otra muy diferente.

1 comentarios:

Tiene razon, la fe no se sostiene por si sola, no basta tampoco con creer, existe mucha gente que no cree a la primera, incluso entre los mismos apostoles de jesus hubo un "esceptico" que sostenia "ver para creer" talvez hoy, la corrupcion, el engaño, la manipulacion y el abuso an vedado las verdades tan sencillas que hay en la raiz de la fe, talvez los malos dirigentes nos hagan poner en duda la veracidad de todo, pero de corazon te digo, debajo de el lodo esta enterrado el tesoro mas hermoso que jamas podras perder, "el que no te pueden robar los ladrones, ni corroer el oxido" piensa en las palabras de jesus y confia solo en el, habla con el y preguntale algo y date cuenta de que tan hermoso legado no podria haber prevalecido sin que nadie hasta hoy pueda poner en tela de juicio y sin que se encotraran contradicciones sino mas bien ideas sencillas pero que a su vez hoy podrian ser facilmente la solucion absoluta a todos los problemas actuales, no podria haber prevalecido intacto a travez de los tiempos, sin que la dulce escencia de jesus mismo estuviera presente en ella. PORQUE AL OIR SUS PALABRAS PUEDO SENTIR SU PERFUME, SANAR MI ALMA Y CUERPO Y RESUCITAR A CADA INSTANTE; NO ME CABE DUDA ALGUNA. YO CREO¡¡¡¡¡¡¡

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