miércoles, 9 de diciembre de 2009

IGLESIA MADRE



David Nesher
Profeta y Apóstol (P.A.)
Jueves, 26 de Marzo del 2009 – Luna Nueva del Mes de Nisán

A partir del 10 de Nisán (sábado 4 de abril de 2009) la Iglesia del Señor será tratada por Dios en su Amor Eterno como la Mujer encinta que debe dar a luz una generación engendrada por la Verdad misma.
El mes de Nisán debe ser discernido como mes de Fecundación o Concepción, ya que en esos días la Verdad Eterna será agitada por el Espíritu de profecía en el espíritu de cada escogido de cada nación a fin de conducirlos a sus días de alumbramientos de fe. Ésta actividad espiritual de su Palabra conducirá a cada redimido a sentir en su interior un proceso que generará a su debido tiempo la manifestación de la Nueva Vida que le ha sido depositada en su espíritu. Dicho proceso durará exactamente 9 meses cronológicos. Será muy importante darle a todo este proceso la atención debida tal cual se practica con la mujer en su embarazo. Por ello será muy importante seguir el Calendario de Fiestas proféticas que el Eterno ha establecido por estatuto perpetuo y que el sistema babilónico tan sutilmente arrancó a través de huecas doctrinas y débiles fundamentos.
El Señor está en este momento llamando a su Amada a valorar su misión de ser junto a Él la que da a conocer en la Creación la inmensidad de su Gloria. Para ello, está despertando en la Iglesia su conciencia de Madre espiritual.
Él ha agitado en mi espíritu las palabras del profeta Isaías que dice:
“¿Quién ha oído cosa semejante?
¿Quién ha visto jamás cosa igual?
¿Puede una nación nacer en un solo día?
¿Se da a luz un pueblo en un momento?
Sin embargo, Sión dio a luz sus hijos cuando apenas comenzaban sus dolores.
¿Podría yo abrir la matriz y no provocar el parto?
_dice el Señor_.”
Estamos a punto de ver las maravillas producidas por la unción de fructificación que lleva a la misión de la multiplicación.
Un espíritu de consolación está por envolver a cada escogido del Señor, de tal modo que serán transformados en instrumentos de sanación en las manos del Todopoderoso.
¡Lo que está a punto de suceder en las naciones no ha sido visto, ni oído jamás en la historia de la Iglesia! Es más, es algo que jamás ha subido al corazón de los varones de Dios que se encuentran sirviendo a los santos. ¡Es algo inimaginable!, asegura el Señor (1Corintios 2:9).
El Señor este año lo ha marcado como signo de lo que comenzará a verse el próximo: su puño de hierro reinando sobre las naciones. Él ha comenzado a manifestar su regocijo sobre las naciones. El mismo se basa esencialmente en demostrar que Él y sólo Él es el Rey de los cielos, y que se ríe sobre cada acto enemigo que los hombres practican y con los que han pretendido gobernar cada área del sistema terrestre sin su Presencia y sin la revelación de los principios de su Ley.
Él ha determinado que su Iglesia, liberada totalmente de ligaduras babilónicas, se presente ante el mundo como su ayuda idónea, es decir, como aquella mujer de perfecto diseño que ha sido traída al Segundo Adán con el fin de acompañarlo en su misión de pastorear y labrar la Tierra. Esta misión se lleva acabo sólo bajo la unción de fructificación que Dios le ha soltado en estos días como legado de su dote. Por medio de esta unción, la Amada dará a Luz un Hijo, es decir, una generación de varones y mujeres que no han elevado su alma a cosas vanas, ni han jurado con engaño. Una generación peligrosa, odiada por el sistema del Dragón; buscada por este último y sus ángeles con el fin de destruirlos para que no se manifieste. Es la generación que será entrenada por el mismo Dios para una batalla grande, definitiva y definitoria en la que serán los hijos del Altísimo promocionados a niveles de conquista anunciados proféticamente y esperados en fe por muchos años.
Ésta generación está siendo vigilada por el Dragón y sus secuaces pero el Señor mismo la arrebatará de sus garras para que sólo se mueva en el ámbito de su Trono, al cual están destinados. Con el fin de que esta generación se manifieste, Dios mismo ha agitado a la Iglesia a clamar con dolores de parto en la angustia del alumbramiento.
La Meta de Dios es elevarnos en rangos hasta que todas las cosas estén bajo nuestro dominio.
El Señor me ha mostrado que en su Palabra hay un programa creativo de mayordomía que todavía no ha sido enseñado a los hijos del Altísimo. El mismo será revelado desde este tiempo a su Iglesia a fin de que sea perfectamente impartido a los espíritus escogidos que se levantarán manifestándolo en medio de las naciones como respuesta al gemido de la Creación delante del Trono.
La Luz reformadora de Jesucristo traerá desde este mes restauración a su Iglesia y desde ella llevará a la conciencia de cada hijo de Dios a descubrir el método exacto de esa Luz que todo lo circunda y soberanamente domina.
Ésta reforma se manifestará sí o sí por discípulos que construyen una cultura de Amor como la que construyese la Comunidad primitiva según el libro de Los Hechos. Ésta cultura de Amor será de influencia en un mundo materialista que está acabando con la vida del hombre. Dicha Luz circundante quitará del alma de los hijos de Dios el deseo de dominar individualmente las cosas sin tener en cuenta al prójimo como compañero de equipo para el avance a la Meta.
La influencia de la cultura del amor llevará a cambios graduales que afectarán radicalmente a muchas sociedades de nuestro planeta.
He sido llevado a discernir que en las regiones celestiales nuestro Dios nos tiene conectados en una red de amor excelente e ininteligible en la hay conjunciones de vidas humanas que en equipo serán los que activarán los cambios en este mundo. Dicha comunicación espiritual se irá éste año
concretando llevando a esos hombres (mujeres y varones) a qué se conozcan por diferentes medios que los hará primero sentirse fuertemente hermanos. La red de Amor que ha de concretarse manifestará la verdadera Iglesia de Cristo que hasta hoy se ha mantenido protegida del ataque del dragón escondida en el desierto pero que en éste tiempo ha de parir a todos éstos justos que estando en completa Unidad revelarán lo que es el Cuerpo de Cristo a las naciones. Un Cuerpo en el que la única jerarquía es un única Cabeza establecida por el Padre Eterno antes que todo fuera creado. Estoy profetizando acerca de Cristo como Cabeza y no otro nombre de hombre.
Éste Cuerpo será el instrumento de Cristo, su cabeza, para avergonzar a tantos supuestos apóstoles falsos que se han levantado que sólo tejen redes en diseños humanos semejantes al que está guardado entre los siete montes de Roma. Una jerarquía opresora que sólo aboga por fama y
recompensa material sojuzgando en opresión a multitudes de pueblos, tribus y lenguas.
Hay un deseo ilimitado de espiritualidad despertándose en cientos de miles de escogidos que hastiados de las obras de injusticia que se realizan y toleran en los templos y organizaciones religiosas (especialmente las de lineamiento evangélico). Dicho deseo está movilizando a los verdaderos salvos a salir de estas organizaciones babilónicas y quedarse escondidos en sus casas hasta que algo ocurra en la Iglesia del Señor.
El Señor me ha dicho que ya es hora de que estos discípulos salgan de sus escondites (sus casas) y comiencen a manifestarse como ese hijo (esa generación) que hasta ahora Satanás y sus ángeles querían devorar al momento de nacer.
Es muy importante remarcar proféticamente que esta generación es el hijo de la mujer vestida del sol que tiene a la luna debajo de sus pies y ha sido coronada con doce estrellas sobre su cabeza.
Esta mujer está en cinta, clamando a gran voz con dolores de parto en la angustia del alumbramiento.
El Señor me ha dado Luz para valorar a ésta mujer como la Varona dada a Cristo como regalo y ayuda idónea. La misma, al igual que la Varona (Isha) del Edén, fue sacada del mismo costado del
Segundo Adán (nuestro Cordero de Gloria) y ha sido llevada por la capacitación del Espíritu Santo a un nivel de madurez que le permite hoy manifestarse como apta para vencer los ataques del Gran Dragón, que al fin y al cabo sigue siendo la misma serpiente del jardín primigenio.
Ella está vestida del Sol de Justicia, que a lo largo de los siglos la fue cubriendo en su Gracia Salvadora y hoy la está manifestando como portadora del poder de su Resurrección. Ella es el signo del mundo nuevo que se avecina, porque alberga en su interior seres plenamente vivientes.
Esconde en su seno la manifestación de diseños mesiánicos que resucitarán a los hombres de su letargo inicuo, reposicionando así a la Humanidad toda en su posición original de gobierno.
Es una mujer coronada con doce estrella, lo que preanuncia que la Nueva Humanidad saldrá guiada por los designios y decretos del pueblo de Dios. Son doce tribus sujetas al gobierno apostólico, es decir, un pueblo conformado por una diversidad de miembros que expresa perfectamente Unidad bajo un solo gobierno.
Dios está revelando nuevamente en estos días su Nueva Israel, la Iglesia de Cristo, tan fuertemente atacada por las potencias malignas a lo largos de los siglos para que no dé a luz a la generación anhelada por la Creación misma y por Dios tanto deseada.
Ésta generación lleva en su interioridad escondida la genética espiritual del Vencedor del mundo.
Por lo tanto, es una generación de fieles que continúa la Victoria de Cristo manifestándola en una fuerte lucha contra el poder perseguidor que se levantará contra ellos. Es una lucha contra ideologías satánicas disfrazadas por los siglos con apariencia de piedad y que han sostenido y protegido a la falsa mujer hasta ahora manifestada: Babilonia la Grande, la madre de todas las prostitutas de la tierra y generadora de todas las abominaciones que tanto daño han causado en la conciencia colectiva del hombre.
La Historia de la Salvación consiste en discernir el modo celestial con que Cristo ha tratado a su esposa hasta hoy. Un modo que ha permitido la formación, en el recurso de los tiempos, de esta Nueva Humanidad que se ha gestado y que en estos días será parida como regalo de bendición a las naciones. A través de esta Nueva Humanidad, Dios dará un nuevo trato a la historia humana a fin de generar un mundo nuevo. En este dinamismo nuevo de restauración el testimonio cristiano tiene un lugar decisivo. La fe de los hijos de Dios se verá enfrentada con los poderes más fuertes del sistema actual simbolizado por las dos Bestias que sirven al Dragón y que tan bien se describen en el Apocalipsis.
Hay ciudades del mundo, generadoras de mucha confusión, que serán invadidas por la influencia de este dinamismo del Espíritu. El Señor me ha mostrado que todo testimonio sólo es verdadero si se manifiesta como un acto público que repercute en la vida de la ciudad; continúa la victoria de Cristo sobre los poderes de la muerte, al enfrentarse a las fuerzas y a las ideologías falaces del mal.
Veremos dos tiempos de esta acción testimonial:
Primero, el tiempo de vencer las fuerzas del mal (Ap. 12 al 15)
Segundo, el tiempo para construir una Nueva Humanidad desde los fundamentos del bien mismo que llevará a los seres humanos hacia la unidad total y verdadera.
La lucha será posible utilizando solamente las armas que ya ha otorgado el Evangelio mismo y no aquellas que los hombres religiosos han inventado para vanagloria improductiva y consumista.
La globalización ha sido un anti-diseño satánico que ha pretendido adelantarse a lo que el Señor tiene en sus designios eternos hacer con los hombres: llevarlos a la Unidad para así ser una sola Iglesia (Nueva Humanidad) que manifiesta el Reino de Dios como un nivel creativo de cosas que todavía no han sido conocidas.
El Espíritu Santo capacitará a esta generación de santos para que sepan desarrollar, manejar, dominar y dirigir esa Luz Restauradora tal cual nos viene desde lo Alto igualándonos al Creador en su actitud de entrega y servicio.
¡Desde ayer el Señor me ha mostrado que están los cielos totalmente abiertos sobre sus escogidos!
¡Estemos atentos con nuestras cabezas bien en alto ya que nuestro día de redención está cerca!

Mendoza, 26 de marzo de 2009

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