"Además
exigió que a todos —pequeños y grandes; ricos y pobres; libres y
esclavos— se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente. Y
nadie podía comprar ni vender nada sin tener esa marca, que era el
nombre de la bestia o bien el número que representa su nombre. Aquí
se requiere sabiduría. El que tenga entendimiento, que resuelva el
significado del número de la bestia, porque es el número de un hombre. Su número es 666".
(Apocalipsis 13:16-18)
Un siniestro plan que nos controlaría desde el nacimiento hasta nuestra muerte. Detallando cada uno de nuestros movimientos, enfermedades, vicios o hábitos. Tal es el eco que muchos seres humanos, marcados con el conocimiento bíblico, ha comparado la señal que deja el implante del chip con la marca apocalíptica de la Bestia descripta en el libro de Revelaciones.
Todos recordamos cuando el presidente Barack Obama aprobó la implantación del microchip en EE.UU. como reforma sanitaria para el 2013 (hoy se está considerando el 2017). El mandatario aseguró que el microchip será totalmente obligatorio, sin este no se podrá tener acceso a los centros de salud. La implementación que se hace primero en los centros de salud es una excusa para muchas otras metas que la élite mundial tiene para controlar al ser humano. Con la excusa de servicios y seguridad personal, se logrará que todos nuestros datos personales y movimientos quedarán guardados y registrados en el sistema.
Todos recordamos cuando el presidente Barack Obama aprobó la implantación del microchip en EE.UU. como reforma sanitaria para el 2013 (hoy se está considerando el 2017). El mandatario aseguró que el microchip será totalmente obligatorio, sin este no se podrá tener acceso a los centros de salud. La implementación que se hace primero en los centros de salud es una excusa para muchas otras metas que la élite mundial tiene para controlar al ser humano. Con la excusa de servicios y seguridad personal, se logrará que todos nuestros datos personales y movimientos quedarán guardados y registrados en el sistema.
Leía como una reciente encuesta realizada por Cisco Systems, una compañía de tecnología, mostró que alrededor de una cuarta parte de los profesionales de entre 18 y 50 años sería voluntario para recibir un implante cerebral que les permita unir al instante sus pensamientos con Internet.
Entre otras conclusiones, el informe revela que en el 2020, la mayoría de los profesionales creen que los teléfonos inteligentes y “wearables” (computadoras portátiles) serán los dispositivos más importantes en la fuerza de trabajo.
De hecho, la tecnología ya existe y está siendo probado en diferentes países. En septiembre, un grupo de australianos se insertó microchips bajo la piel para ser capaz de controlar dispositivos electrónicos con un solo movimiento.
Ben Slater, director de publicidad de Apple en Australia, se hizo famoso por mostrar cómo los teléfonos inteligentes interactúan con las personas que ya utilizan un chip con RFID (Radio-Frequency Identification). Del tamaño de un grano de arroz, la implantación subcutánea permite al usuario abrir puertas, encender y apagar las luces y una serie de otras cosas sólo con gestos, sin tocar las cosas.
El celular identifica el movimiento y se “comunica” con los objetos, una simbiosis que hasta hace poco sólo podía ser vista en alguna película de ficción. Su acción fue una forma de promover el lanzamiento del iPhone 6 en Australia y mostró que el teléfono se puede comunicar con los chips.
Slater y otros australianos, también ganaron adeptos en Suecia. Durante la conferencia SIME 2014, realizada este mes en Estocolmo, voluntarios suecos implantaron chips similares, que permiten la interacción con dispositivos electrónicos.
Emilott Lantz, de 25 años, forma parte de un grupo de unas 100 personas que viven con un microchip RFID. Durante un SIME, donde fue discutido y presentado los últimos avances en la tecnología, todos los participantes interesados recibieron el implante de microchip de forma gratuita. Este es el mismo tipo comúnmente utilizado para realizar un seguimiento a los animales domésticos.
“La tecnología no es nueva, pero se vuelve sensible sólo porque se encuentra en el cuerpo humano”, dijo. “No me siento como si este es el futuro, este es el presente. Para mí, es extraño que no habíamos utilizado esto antes”, concluyó.
De acuerdo con RT News este mismo tipo de chip NFC fue implementado por un grupo de holandeses. Ellos son parte de un experimento conducido por el empresario Martijn Wismeijer. A través de estructuras de vidrio “biocompatibles”, logró implementar dos chips en las manos que son capaces de almacenar y realizar transacciones con la moneda virtual “bitcoin”. Esto es, literalmente posible ya que no se necesita dinero en efectivo o tarjetas de crédito para hacer compras.
El co-fundador de la compañía MrBitcoin, que se especializa en las negociaciones con las monedas virtuales, explica que los chips se comunican con cualquier smartphone que funciona con el sistema Android. “La terminal de pago sigue siendo el teléfono, pero se puede transferir bitcoins de los chips”, explica. Y ante esto, nuestra memorias activan lo que dice el profeta: "Y nadie podía comprar ni vender, si no tenía la marca o el nombre de la Bestia, o el número de su nombre" (Apoc. 13:17).
En muchos países desarrollados, los beneficios del uso de chips (con fines medicinales o no) son muy debatidos entre los fans del transhumanismo, también llamados Humanidad +.
Este movimiento filosófico desea explorar las innovaciones de la ciencia y la tecnología y su relación con la humanidad. Su objetivo es la humanidad que busca superar las barreras del cuerpo y prolongar la vida indefinidamente. El asunto fue manejado de manera diferente en dos películas estrenadas este año: “Lucy”, protagonizada por Scarlett Johansson, y “Trascendencia – La Revolución”, con Johnny Depp.
¿Qué hacer cuando esto esté impuesto por el gobierno?
Interesante resultará para cada uno de Uds., escuchar con atención la sabia estrategia que se sugiere en este video:
Slater y otros australianos, también ganaron adeptos en Suecia. Durante la conferencia SIME 2014, realizada este mes en Estocolmo, voluntarios suecos implantaron chips similares, que permiten la interacción con dispositivos electrónicos.
Emilott Lantz, de 25 años, forma parte de un grupo de unas 100 personas que viven con un microchip RFID. Durante un SIME, donde fue discutido y presentado los últimos avances en la tecnología, todos los participantes interesados recibieron el implante de microchip de forma gratuita. Este es el mismo tipo comúnmente utilizado para realizar un seguimiento a los animales domésticos.
“La tecnología no es nueva, pero se vuelve sensible sólo porque se encuentra en el cuerpo humano”, dijo. “No me siento como si este es el futuro, este es el presente. Para mí, es extraño que no habíamos utilizado esto antes”, concluyó.
De acuerdo con RT News este mismo tipo de chip NFC fue implementado por un grupo de holandeses. Ellos son parte de un experimento conducido por el empresario Martijn Wismeijer. A través de estructuras de vidrio “biocompatibles”, logró implementar dos chips en las manos que son capaces de almacenar y realizar transacciones con la moneda virtual “bitcoin”. Esto es, literalmente posible ya que no se necesita dinero en efectivo o tarjetas de crédito para hacer compras.
El co-fundador de la compañía MrBitcoin, que se especializa en las negociaciones con las monedas virtuales, explica que los chips se comunican con cualquier smartphone que funciona con el sistema Android. “La terminal de pago sigue siendo el teléfono, pero se puede transferir bitcoins de los chips”, explica. Y ante esto, nuestra memorias activan lo que dice el profeta: "Y nadie podía comprar ni vender, si no tenía la marca o el nombre de la Bestia, o el número de su nombre" (Apoc. 13:17).
En muchos países desarrollados, los beneficios del uso de chips (con fines medicinales o no) son muy debatidos entre los fans del transhumanismo, también llamados Humanidad +.
Este movimiento filosófico desea explorar las innovaciones de la ciencia y la tecnología y su relación con la humanidad. Su objetivo es la humanidad que busca superar las barreras del cuerpo y prolongar la vida indefinidamente. El asunto fue manejado de manera diferente en dos películas estrenadas este año: “Lucy”, protagonizada por Scarlett Johansson, y “Trascendencia – La Revolución”, con Johnny Depp.
¿Qué hacer cuando esto esté impuesto por el gobierno?
Interesante resultará para cada uno de Uds., escuchar con atención la sabia estrategia que se sugiere en este video:
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