Los extremistas de Hamas, el escollo de Abbas
FRANJA DE GAZA
.- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, encabeza la delegación que negociará con el premier israelí, Benjamin Netanyahu, un acuerdo para llegar a la paz en Medio Oriente, pero no parece tener todo el poder necesario para lograrlo.
Aunque es el líder de Al-Fatah, una de las principales fuerzas palestinas, que gobierna Cisjordania (donde viven 2,4 millones de palestinos), no representa al poder de facto en Gaza, territorio palestino bloqueado por Israel y gobernado por los extremistas de Hamas, movimiento que reivindica la destrucción del Estado judío.
Tanto Gaza como Cisjordania formarán parte, se supone, de un futuro Estado palestino, el objetivo primordial de las negociaciones. Por lo tanto, persisten las dudas sobre los efectos concretos que tendrán los acuerdos a los que Abbas llegue con su contraparte israelí, sobre todo si se tiene en cuenta que Hamas gobierna una parte importante de los territorios palestinos y se ha negado a negociar con el Estado judío.
No sólo Abbas ha dejado de lado la posición de Hamas, que mantiene secuestrado al soldado israelí Gilad Shalit desde 2006. También lo han hecho los israelíes y los mediadores norteamericanos, para quienes él es la única contraparte palestina aceptable con la cual sentarse a la mesa de negociaciones.
Hamas, por su parte, ha buscado dar muestras de poder en la semana de la cumbre. Si bien asiduamente bombardea con cohetes artesanales las localidades israelíes linderas con Gaza, donde viven 1,5 millones de palestinos, esta vez ha redoblado su actividad terrorista con el asesinato de cuatro colonos israelíes.
Ignorado y aislado
"Los ataques fueron para decirle a Abbas que él no es el que decide el destino de los palestinos", dijo Ahmed Yousef, un funcionario de Hamas en Gaza. Agregó que su organización merece un espacio en la toma de decisiones de los palestinos porque ganó las elecciones parlamentarias de 2006. "Hamas nunca aceptará ser ignorado y aislado", enfatizó Yousef.
La organización incluso ha prometido intensificar su ofensiva en estos días. "Las operaciones de resistencia continuarán", dijo ayer el vocero de Hamas Sami Abu Zuhri. Ayer, 13 grupos armados palestinos, entre ellos Hamas, anunciaron la creación de un mecanismo de coordinación para sus operaciones contra Israel.
Abbas, por su parte, dijo que cualquier acuerdo con Israel no puede dejar afuera a 1,5 millones de palestinos que viven en Gaza y reclamó que se levantara el bloqueo de este territorio, un asunto que se vislumbra complicado en la medida en que Hamas siga lanzando ataques. También dijo que sometería un eventual acuerdo de paz a un referéndum, de cuya aprobación deberían participar los habitantes de Gaza
Pero Hamas no es el único escollo de Abbas. También lo inquieta la posibilidad de que Israel llame a licitaciones para construir colonias judías en territorio palestino a partir del 26 de septiembre próximo, cuando vence la moratoria. Y deberá acordar con Israel otros asuntos espinosos, como las fronteras del Estado palestino, el destino de miles de refugiados, y, sobre todo, el estatus de Jerusalén, considerada la capital "única e indivisible" de Israel. Todo esto con Hamas empeñado en demostrar su "poder de veto" a lo decidido en Washington.
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