jueves, 1 de julio de 2010

QUE NUESTRAS GENERACIONES NO CREZCAN AGOTADAS

Los chicos cada vez se acuestan más tarde y duermen menos

Las consecuencias se ven en el colegio. Baja la capacidad de atención y se vuelven más irritables. Por lo general los menores siguen la rutina horaria de los padres, observa un especialista.


Un niño debería pasar el 40% de su vida durmiendo. Sin embargo, entre la computadora, la televisión y un rato de juego con los padres por la noche al regreso del trabajo, cuando se dan cuenta, son las 12 de la noche. Los chicos se acuestan cada vez más tarde, coinciden los especialistas. Antes eran los adolescentes los que tenían esta conducta, pero ahora también son los de la escuela primaria. Hasta que no se van a dormir los padres los chicos no se acuestan. Los niños duermen entre cuatro y cinco horas menos por día, de lo que deberían hacerlo para su edad. Por eso muchos piensan que antes de preguntarle a un chico si ha estudiado la maestra debería interrogarlo sobre cuántas horas ha dormido.

"El sueño es fundamental para el desarrollo físico y psíquico de un niño. Desde los cinco hasta los 12 años un niño debería dormir entre 11 y 13 horas por noche, descartando la siesta. Pero ahora ni por asomo llegan a esa cantidad",
reconoce con preocupación el especialista en trastornos del sueño Jorge Avila. "Las nuevas costumbres sociales tienen mucho que ver en esta conducta. Los chicos están muy expuestos a la cafeína durante todo el día por el consumo de altas cantidades de ciertas gaseosas que los padres permiten con tanta libertad, a eso se suma los programas televisivos de música y baile que los chicos ni sus padres se los quieren perder (porque los ven juntos) además de los juegos de computadora e internet. Con todos esos factores, los chicos sufren una suerte de trastorno del sueño como se da en los adultos. Hay niños que después de que sus padres se acuestan, se levantan a prender la TV para ver el canal de dibujitos que dan toda la noche", reconoce.

"Un chico de cinco años tendría que dormir entre 11 y 13 horas, y sin embargo, duerme ocho o nueve, igual que un adulto. Y esto ocurre porque no realizan lo que se llama higiene del sueño, es decir, que se vaya a la cama temprano, para lo cual tiene que comer a las 20 y no a las 23, siguiendo la rutina de los padres",
recalca. "Los adolescentes que deben dormir entre ocho y nueve horas, son los que menos descansan, ya que muchos se quedan con la computadora chateando hasta las cuatro de la mañana", dice Avila.

"Irritabilidad, hiperactividad y trastornos del aprendizaje. Esto es lo que los docentes vemos en el aula, cuando hablamos con la madre y detectamos que el problema de todos esos síntomas es que el chico se acuesta muy tarde viendo Tinelli", afirma la maestra de grado Carmen Rosa Alderete. Es que mientras la maestra enseña, el cerebro del chico sigue en cama.

Gracias al sueño crecen y aprenden

"Durante el sueño no sólo el cuerpo descansa, sino que se realizan funciones esenciales, por ejemplo las hormonas del crecimiento actúan de noche. Un chico con apnea del sueño es más bajo de estatura en relación con otros niños de la misma edad. Dormir bien ayuda al desarrollo intelectual. Algunas veces se pierde tiempo en psicólogos con niños que supuestamente padecen Síndrome de Déficit de Atención, porque son alumnos a los que les cuesta concentrarse, son inquietos, irritables o tienen mala conducta, cuando lo que ocurre es que no duermen bien",
asevera el médico Jorge Avila.

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