Sólo han pasado seis meses de la muerte del líder bolivariano Hugo Chávez. Sin embargo, la superstición que caracteriza a los pueblos programados por siglos en la mentalidad de la Gran Ramera, ha conducido hoy a los venezolanos a recordarlo de una manera totalmente anti-Reino: en los altares, como un "santo" católico, con su imagen convertida en figura de yeso y siendo adorado como un co-redentor de una especie de "izquierda mesiánica" que desde el Cielo custodia los destinos venezolanos.
Todo esto se debe a que el Gobierno actual de Venezuela, encabezado por Nicolás Maduro, ha convertido al fallecido presidente en "comandante supremo" e interlocutor de Dios.
Justamente, y casi a diario, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, a quien Chávez escogió como su sucesor cuatro meses antes de morir, insiste en sus discursos en que el propulsor de la revolución venezolana fue una suerte de nuevo Jesús.
El 13 de marzo pasado, con motivo del anuncio de que el cardenal argentino Jorge Bergoglio era el nuevo papa, Maduro, entonces presidente encargado de Venezuela, dijo que Chávez que "está frente a Cristo" debió influir para que se eligiera a un sumo pontífice suramericano.
Si creen que esto es una exageración, los invito a considerar con discernimiento cada una de las palabras que expresan dicha idea: "Nosotros sabemos que nuestro comandante ascendió hacia esas alturas y está frente a frente a Cristo, alguna cosa influyó para que se convoque a un papa suramericano, alguna mano nueva llegó y Cristo le dijo 'bueno llegó la hora de América del Sur', así nos parece", comentó Maduro.
Al cumplirse cinco meses de su partida, el 5 de agosto pasado, Maduro comparó a Chávez con Cristo redentor y afirmó que el líder, al igual que el llamado hijo de Dios, "vino a proteger a los que nada han tenido".
"Cristo redentor se hizo carne, se hizo nervio, se hizo verdad en Chávez", dijo Maduro desde el Cuartel de la Montaña en el oeste de Caracas, donde reposan los restos del comandante.
Al parecer, la mayoría de los venezolanos creen que, incluso sin el apoyo de la Iglesia Católica, Chávez, se convirtió en “santo”. Seis meses después de su muerte, se han creado pequeños altares en hogares para rendir culto al fallecido presidente con el show del gobierno que de que Chávez es un interlocutor ante Dios.
El fallecido líder protagoniza hoy las oraciones de sus fanáticos. El mismo Ministerio de Cultura de la nación ha lanzado un concurso llamado el "Chávez nuestro". Esta expresión sería el inicio de varios rezos que serían premiados como el mejor poema, la mejor canción y el mejor mural dedicado al "comandante supremo y eterno", así llamado por el Gobierno actual.
Resulta aberrante saber también que el "Chávez nuestro que estás en los cielos" es, además, una serie de cortos animados del canal estatal VTV en la que se presenta al líder bolivariano desde un lecho de nubes hablando con Simón Bolívar, el guerrillero Ernesto Ché Guevara y otros ídolos de la izquierda venezolana.
Todas las tiendas en Caracas, al servicio de las tinieblas y especializadas en venta de artículos religiosos ofrecen la imagen de Chávez hecha en yeso de cuerpo completo, en busto mediano y en busto pequeño a precios que varían, según el tamaño, de 950 bolívares (150 dólares) a 80 bolívares (13 dólares). Noticias Efe, informa como Albert Madrid, un empleado de la tienda El Príncipe de los Arcángeles (una de las cuevas satánicas más conocidas), dijo que empezaron a vender la figura del mandatario ante la insistencia de los clientes; "lo pedían casi desde que se murió, desde hace meses", aseguró el vendedor.
El pequeño “es lo que más se vende”, explica Yusmari, vendedora de la tienda El Cristo II, diciendo que las imágenes del “santo”, sin uniforme militar ya se han agotado. En los estantes de estas tiendas está la figura de Chávez, la cual está al lado de figuras de “dioses” de la religión yoruba de origen africano, y parte del sincretismo religioso venezolano. Equivalente a los Orishas en Brasil. También aparece María Lionza, héroe de la independencia de Simón Bolívar y Pedro Camejo, a los cuales muchos venezolanos también le rezan.
El líder bolivariano, devenido hoy en mito religioso, incluso tiene su propia capilla. La misma fue levantada un día de Semana Santa. Está repleta de flores, velones y estampas rodeando a su figura en papel maché.
"Las velas le ayudan a elevarse hacia el cielo y las flores sirven para que vaya más rápido", relató Eva García, miembro comunal del barrio revolucionario del 23 de Enero, que junto al colectivo violento de La Piedrita y al Comando Simón Bolívar han levantado este lugar de oración a 300 metros del cuartel caraqueño donde se exhibe el féretro con los restos del Mandatario venezolano.
La nueva iglesia "creada" en Venezuela tiene su propio "Mesías de los Olvidados" y un apóstol principal, Nicolás Maduro. Éste mismo ha llegado a decir: "soy el apóstol de Hugo Chávez, junto a muchos apóstoles de la causa. Nos vamos a convertir en los protectores de los necesitados". Según sus adeptos la religión del "santo" Hugo Chávez también tiene un fariseo principal (Henrique Capriles, candidato opositor) y su propio Judas (Henri Falcón, jefe de la campaña de Capriles y gobernador exchavista de Lara, uno de los más populares del país que abandonó en 2010 las filas revolucionarias).
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