"Era la fiesta de 15 de una amiga, nos fuimos a una quinta, empezamos a tomar licor, pusieron música y alguien propuso jugar al "Carrusel" o "Ruleta".
Estas necias palabras pertenecen al relato de una jovencita de 14 años sobre un peligroso juego sexual que, además de dejarla embarazada, despertó la polémica en Colombia.
En el juego de la ruleta sexual, también llamado Carrusel, los jóvenes participantes realizan una ronda en la que un grupo de chicos baila y penetra a las jóvenes rápidamente, pero cuando alguno eyacula, pierde y está obligado a salir del juego.
"La idea era demostrar quién era el que más aguantaba, pero no pensé que pudiera quedar embarazada porque no era mucho tiempo", contó la chica de 14 años al diario colombiano ADN. "Era sólo un juego", explicó.
La madre de la nena contó: "No pensamos que nos pudiera pasar eso. Ella en los últimos meses había estado rebelde, pero creímos haberla educado bien. Ahora todos hacemos terapia".
Lo que más preocupa a los médicos del cafetero país son las enfermedades de transmisión sexual. Según investigaciones médicas en Medellín, el porcentaje de adolescentes gestantes con sífilis que fueron sido diagnosticadas y tratadas antes de la semana 17, es del 40,9 en el 2012 y de 42,3 en 2011.
La adolescente de 14 relató que se trató de una "locura momentánea", que le pareció "normal porque todas sus amigas lo hacían" y, para colmo, desconoce quién es el padre del bebé.
Ante este tipo de noticias y frente a la presión sexual que muchos de los jóvenes de hoy están enfrentando será bueno señalar que el cuerpo humano no fue creado por el Eterno Dios para ser el esclavo de las pasiones, sino para el servicio del propósito de Dios escondido en cada persona.
"¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han recibido de Dios y que está en ustedes? Ya no se pertenecen a sí mismos. Ustedes han sido comprados a un precio muy alto; procuren, pues, que sus cuerpos sirvan a la gloria de Dios."
(1 Co 6: 19-20)
Los medios de comunicación no hacen sino vender la idea de que el sexo libre es un valor, destruyendo la dignidad del cuerpo y conduciendo a la caída a los jóvenes cuyos padres dejan la educación en manos del colegio y de la televisión, sin saber que así se convierten en causa de tropiezo para sus propios hijos (Mt 18:7).
La Escritura revela que la vida según la carne es causa de perdición (Rm 8:13). La verdadera vida está en otra parte, pues el cuerpo es santuario del Espíritu Santo (1Co 6: 19-20).
"...nada de lujuria ni desenfreno... al contrario, revestíos de Jesucristo, el Señor, y no busqueis satisfacer los bajos instintos"
(Rm 13: 13)
Ningún ser humano que esté leyendo estas líneas con un corazón sincero puede dudarlo, la carne conduce a la muerte. Por lo tanto, todo lo que se hace en ese ámbito tiene sus consecuencias:
"No se engañen, nadie se burla de Dios: al final cada uno cosechará lo que ha sembrado. El que siembra en la carne, y en la propia, cosechará de la carne corrupción y muerte. El que siembra en el espíritu, cosechará del espíritu la vida eterna."
(Gal 6: 7-8)
Debemos educar y estimular, en amor, a nuestros jóvenes a eliminar la lujuria de sus vidas: "El cuerpo no es para la lujuria, sino para el Señor, y el Señor, para el cuerpo" (1 Co 6: 13). "Huid de la lujuria" dice más adelante (1 Co 6: 18)"Por tanto, hagan morir en ustedes lo que es “terrenal”, es decir, libertinaje, impureza, pasión desordenada, malos deseos y el amor al dinero, que es una manera de servir a los ídolos. Tales cosas atraen los castigos de Dios." (Col 3: 5)
Para terminar, me pareció muy interesante la sabiduría que encontré en el libro (no canónico) del Eclesiástico:
"La pasión que quema como un fuego ardiente no se apagará antes de ser satisfecha. El hombre que comete la impureza en su cuerpo no se detendrá hasta que ese fuego lo devore. Para el hombre impúdico cualquier satisfacción es buena, no se calmará hasta que muera."
(Eclo 23: 1)
Ante el desenfreno que las generaciones jóvenes están hoy experimentando, reflexionando desde la noticia que encabezó esta bitácora, no hay duda que ese es el problema de las pasiones: llevan a que nos sometamos a ser devorados por ellas, en principio, aquí y ahora, en las consecuencias atroces en cuanto a enfermedades, embarazos no deseados y abortos; pero en la eternidad en las llamas del Lago de Fuego reservado para este estilo de vida (Apoc. 22:15)¿Es que tienes dudas de que el Señor te quiere completo? ¡Evita hasta los malos pensamientos, no te resistas a Jesús!
"El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que resiste al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él."
(Jn. 3:36)
Fuente de la noticia: Diario Uno
1 comentarios:
la pregunta es como estamos criando a nuestros hijos? como los estamos educando ¿somos padres en verdad o somos donadores contribuyentes a la procreacion de una nueva vida? si nosotros como padres nos alejamos de dios que puede ser de nuestros hijos
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