De acuerdo a una encuesta, cerca de medio millón de ciudadanos sureños pasaron a condición paupérrima luego del sismo de febrero pasado.
Medio millón de chilenos pasó a ser pobre después del sismo de febrero pasado, según reveló la encuesta posterremoto (EPT), encargada por el Mideplan para medir los efectos del fenómeno en la población.
De acuerdo al estudio, aplicado en mayo del año pasado, las personas pobres aumentaron en un 3%, es decir, del 16,4% que arrojó la CASEN de 2009, a un 19,4%. La mayor parte de las nuevas familias que bajaron la línea de la pobreza tienen jefas de hogar femeninas y un promedio de escolaridad de 8,7 años.
El sondeo arrojó además que las mayores consecuencias del terremoto en la población fueron los daños y la destrucción de viviendas, que afectó al 17,3% de los habitantes de las regiones de O’Higgins, el Maule y el Biobío. Dicha situación afectó en mayor medida a las familias de bajos ingresos (12%), lo que contrasta con el quintil más rico, donde sólo el 4,6% sufrió efectos de consideración.
El ministro de Planificación, Felipe Kast, explicó que el aumento de la pobreza no se debe solo al terremoto, sino también a factores estacionales, ya que la EPT se aplicó en mayo y la CASEN en diciembre, cuando hay más empleo.
Además de los efectos económicos, el estudio indicó que el 20% de los habitantes de las regiones más afectadas presentaba síntomas asociados a estrés postraumático.
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