“Bienaventurados los pacificadores”
(Mateo 5:9)
Mendoza, 9 de Octubre de 2009
Éstas fueron las primeras palabras que vinieron hoy a mí mente en el momento que escuché que el premio Nobel de la Paz le ha sido otorgado al actual presidente de los Estados Unidos. Luego de ellas, sentí la voz del Espíritu Santo hablando a mi espíritu de una manera contristada diciéndome: “Una vez más están seduciendo a mis escogidos tras imágenes de hombre que desvían la mirada de lo que realmente está ocurriendo en esta Tierra”. Comencé entonces a orar a Dios para obtener clara enseñanza acerca de este hecho ya que discernía claramente que lo acontecido en Oslo con el otorgamiento de este premio era el inicio de las pautas proféticas de todo lo que se avecina en el cronos subsiguiente.
El Señor me ordenó investigar las dimensiones semánticas y pedagógicas de esta Bienaventuranza. Avocado pues al cumplimiento de este mandato fui conducido por Él a pautas muy claras al respecto.
Según el diccionario la palabra pacificador tiene la siguiente acepción: adj. Que pacifica; que establece la paz.
La palabra “Pacificador” (usada en el texto que encabeza esta pauta profética) es la traducción del griego Eirenopoiós (pacificatorio), la cual viene del vocablo Eirene (paz), derivada a su vez de Eiro, que significa unir. Esta cadena de significados nos muestra que pacificador es el que propicia la paz, entendida como la capacidad de unir, de lograr la unidad. Pacificador es aquel que trabaja (suda hasta derramar sangre) por la paz a precio de su propia vida. Pacificador es aquel que trabaja por la paz colocando todas sus capacidades en un lapso de tiempo para conseguir la unidad en la diversidad. Ejemplo de ello, entre miles de miles, es Martín Luther King, citado aquí por el color de su piel coincidente con el del actual premio Nobel. Y creo que en este último detalle está el quid de la cuestión. Discierno como profeta que desde hace un año se está una vez más conspirando contra la humanidad abusándose de los paradigmas anti‐hombre implantados en la mente de cada hombre habitante de este planeta. Me estoy refiriendo al trabajo sucio de usar el subjetivismo nihilista de los hombres en signos como una persona negra.
La mayoría de la humanidad está sujeta al falso paradigma de Hollywood de que por ser la raza negra una raza maltratada en la historia, toda persona de ese color esconde un mesianismo transparente para salvarnos. Pues bien, esto no es así especialmente en este caso. No estoy diciendo que el varón sea mala persona o no posea condiciones para estar donde está. Lo que digo es que hay un Orden Mundial que pretende ser Nuevo establecido previamente por el cual un grupo de satanistas inescrupulosos controla el poder abusándose de las emociones de los hombres.
Desde estos lineamientos este varón está colocado en el lugar que está, y el premio que se le ha otorgado también proviene de diseños anti‐Dios de este Nuevo Orden.
Volviendo a la denuncia profética por causa de este premio, entendemos a esta altura que el pacificador es un promotor de la paz, uno que es capaz de unir.
En el antiguo testamento, en el libro de Levítico capítulo 7 se nos habla de los sacrificios que pedía Dios a sus hijos para tener paz con Él, antes –por supuesto‐ de la venida de Cristo. Ahí la Biblia nos habla de la palabra paz que en el hebreo es shélem que significa retorno: por el pecado estoy distanciado de Dios, pero puedo regresar a Él y unírmele. La raíz de la palabra shélem es el vocablo shalam que significa ser amistoso, reciprocar, hacer enmiendas,pagar el daño, volver. De aquí viene la palabra Shalom, que significa Dios es mi Paz. Evidentemente, toda la Escritura deja al descubierto que para llegar a ser merecedor de un premio así, primero se deberá enmendar los errores cometidos hasta hoy contra los más débiles, pagar el daño provocado contra las naciones y la creación misma y volver a comenzar desde los diseños escriturales que dieron origen a la nación del norte y por los cuales Dios los manifestó en la historia como herramienta de bendición a las naciones.
Dejemos claro que EL MERO HECHO DE BUSCAR, PREFERIR O PROMOVER LA PAZ NO NOS HACE PACIFICADORES. La buena voluntad sería hasta hoy lo único que aparentemente tiene el varón premiado y por lo único que se lo estaría premiando ya que hasta ahora su tarea no ha logrado ningún fruto de paz ni lo logrará. Algunos argumentarán, en su defensa, que aún no se cumple un año de su gobierno y yo diré en el nombre del Señor: “no confundamos gobierno con poder”. El varón es simplemente el producto de un grupo de personas que asociadas en un Club han decidido aferrarse al poder acumulado durante el siglo pasado y con el cual han logrado mantenerse en la cima al precio de la sangre de millones. Este grupo élite es el que posee el poder y con él coloca varones y mujeres en los distintos gobiernos de la Tierra con la condición de que realicen lo que ellos en autoridad establecen.
Según lo que Dios me ha revelado existen en estos momentos trazos de lineamientos de aumento de guerra en territorios de oriente. He visto cómo los asesores militares de este hombre fuerte proponen incrementar la presencia de armas estadounidenses en Afganistán y otras naciones vecinas de esa región oriental. El Señor también me ha mostrado cómo están en audiencia de juicio delante de su Trono las bases militares que se pretenden colocar en Colombia.
Encontrar los caminos que puedan llevar a la paz no es tarea fácil. No se logra simplemente con buenos y emotivos discursos de esperanza basados en intenciones humanas. Las buenas intenciones o buenos deseos no pueden ser tomados como elementos concretos para definir un pacificador.
En el sentido interno de los Estados Unidos mismo, este premio cauterizará las conciencias de los norteamericanos para que no perciban los distintos derrumbes que seguirán aconteciendo en su economía doméstica. El desempleo aumentará y los juicios hipotecarios dejarán a muchos en la calle. La economía de la nación no ha sido afectada por la caída de un grupo bancario sino que está siendo ordenada por la Soberanía misma de la Justicia de Dios. Las distintas instituciones norteamericanas que por años manejaron los designios de los hogares de ese país (especialmente las iglesias religiosas) irán poco a poco perdiendo credibilidad entre sus integrantes a causa de la invalidez para cambiar las circunstancias.
La Salud de los estadounidenses sigue siendo manejada en ámbitos de la injusticia y esto ha provocado también los decretos de Dios a favor de los más débiles, lo que significa que la nación del norte deberá prepararse para un nuevo zarandeo climático y nuevos golpes de la misma naturaleza que actúa como látigo en manos de nuestro Señor.
Si bien el mandatario no tiene logros concretos en su haber, el Instituto en Oslo argumentó que el presidente de Estados Unidos ha creado un "clima nuevo para la política internacional. Gracias a sus esfuerzos, la diplomacia multilateral ha recuperado su posición central y ha devuelto a las Naciones Unidas y otras instituciones internacionales su papel protagonista".
La verdad de todo esto es que el programa político que se manifiesta hasta hoy sólo se ha centrado en una cosa: fortalecer la imagen de los Estados Unidos en el mundo abordando en su discurso problemas como la no existencia de armas nucleares y el fin a la violencia, la guerra y el terrorismo, pero evidentemente esto aún no ha tenido resultados. Por lo tanto, este varón está muy lejos de llegar a ser un Premio Nobel de la Paz. No nos confundamos, aquellos temas son sólo discursivos y se toman como prioritarios con la intención de mantener a Estados Unidos en una elevada imagen ante el mundo. Más en el Propósito de Dios esa imagen ya ha sido derribada por la Roca Eterna que está ya dando señales de su Parusía.
Desgraciadamente, es Estados Unidos el país que mantiene los campos de concentración, bases de armas nucleares en parte del mundo, tropas militares en Afganistán y otros lugares.
Le queda mucho por hacer a Obama para realmente ser merecedor de ese premio. Entiendo que por más que se escucha en sus discursos que esto se hará, lo que acontecerá será todo lo contrario. Él pertenece a los profetas que dicen lo que la mayoría de la gente quiere escuchar y no hace lo que Dios le demanda hacer como varón de gobierno.
Desde lo humano y superficial da la sensación que el sistema estuviera dando un premio consuelo al hombre que mostrara un rostro de decepción la semana pasada en el momento que se anunciara que la sede de los Juegos.
Olímpicos del 2016 sería Río de Janeiro y no Chicago, ciudad natal de su esposa. Pido perdón por este último comentario ya que sólo es parte de una conclusión irónica de un profeta que ya despertó y está despertando a miles de miles que estamos hastiados de ser marionetas de un sistema perfectamente organizado bajo criterios masónicos delineados por una clase élite privilegiada.
No hay duda que el mundo actual está necesitando pacificadores y especialmente la manifestación del Pacificador.
Me parecen muy oportunas para estas pautas las reveladas por Dios en boca de Spurgeon:
“Ésta es la séptima Bienaventuranza. El número siete está rodeado siempre de un halo de misterio. Era el número que denotaba la perfección entre los hebreos, y parecería que el Salvador colocó al pacificador allí, como si casi se aproximara al hombre perfecto en Cristo Jesús. Aquel que quisiera alcanzar la bienaventuranza perfecta, en la medida que pudiera gozarse en la tierra, debería esforzarse por alcanzar esta séptima bendición, y convertirse en un pacificador.
Hay también un significado en la posición del texto, si toman en cuenta el contexto. El versículo que le precede habla de la bienaventuranza de "los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios." Es bueno que entendamos esto. Hemos de ser "primeramente puros, después pacíficos." Nuestro carácter pacífico no ha de hacer nunca un pacto con el pecado, ni una alianza con lo malvado. Debemos poner nuestros rostros como pedernales contra todo lo que sea contrario a Dios y a Su santidad. Una vez que hayamos establecido eso en nuestras almas, podremos avanzar hacia el carácter pacífico para con los hombres.
Y el versículo que sigue a continuación de mi texto también parece colocado allí a propósito. Independientemente de cuán pacíficos seamos en este mundo, seremos tergiversados y malentendidos; y eso no debe sorprendernos, pues incluso el Príncipe de paz, por Su propio carácter pacífico, trajo fuego a la tierra.
Él mismo, aunque amó a la humanidad, y no hizo mal, fue "Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto." Por tanto, para que el de pacífico corazón no se sorprenda cuando se encuentre con el enemigo, se agrega en el siguiente versículo: "Bienaventurados los que padecen persecución por
causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos." De esta manera los pacíficos no solamente son declarados bienaventurados, sino que son circundados de bendiciones.
¡Señor, danos gracia para ascender a esta séptima bienaventuranza! Purifica nuestras mentes para que podamos ser "primeramente puros, después pacíficos", y fortifica nuestras almas, para que nuestro carácter pacífico no nos conduzca a la sorpresa ni a la desesperación, cuando seamos perseguidos por Tu causa entre los hombres.”
(Sermón: El Pacificador; NO. 422)
Con estas palabras me despido de los escogidos que siempre están atentos a esta voz de trompeta y les pido que continúen alertas orando en todo tiempo y construyendo una red de centinelas que podamos estar atentos a los diseños guerreros que nuestro Dios revelará para los tiempos venideros. Necesito ESCUDOS de ORACIÓN que estén en la brecha por mi vida, mi familia y ministerio, ya que lo que anuncio molesta a los grupos masónicos que están procurando mi muerte constantemente.
Los bendigo y necesito.
P.A. David NesHer
Mendoza, 9 de Octubre de 2009
1 comentarios:
Bendiciones Apóstol!!! Qué bueno e importante que haya abierto un blog! Voy a poner un link suyo en mi blog. Gracias por su vida y ministerio!!! Julia Olave
Publicar un comentario