"...y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra;y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos".
(Ezequiel 37: 21-22)
Sabemos que en los tiempos bíblicos, eran 12 las tribus en las que se dividía la población de la tierra de Israel. Diez de ellas fueron luego consideradas “tribus perdidas”, a raíz del exilio forzado impuesto al reino del Norte por los asirios. En el año 722 AEC el Rey Sargón de Asiria conquistó Samaria, destruyó el reino de Israel, y deportó a la mayoría de los habitantes a otras provincias del imperio asirio, reemplazándolos por pueblos extranjeros, antecesores de los samaritanos. Los historiadores sostienen que los deportados, diez de las tribus descendientes de Jacob, se asimilaron en sus nuevas localidades y perdieron su identidad anterior. Sin embargo, entre aquellas, estaba Manasés o Menashe expatriada de la tierra de Israel a India y Myanmar (ex-Birmania) que sí mantuvo intacta su identidad mesiánica por miles de años.
Lo interesante de todo esto es saber que a finales de diciembre del año pasado, unas cincuenta personas procedentes del norte de la India llegaban a Israel para establecerse en su nueva patria. Se trata de miembros de la tribu Bnei Menashe, en el noreste de la India, de los que ya han emigrado a Israel unos 2.000, hasta que hace cinco años el gobierno israelí paralizó su 'aliya', es decir, el retorno de las tribus, que se considera un cumplimiento profético de un pasaje de Isaías.
Los inmigrantes, que provienen del Estado indio nororiental Mizoram, fueron traídos a Israel por la organización Shavei Israel, que recibió un permiso del gobierno israelí para llevar a 900 bnei menashe al Estado judío en los próximos quince meses.
El presidente de Shavei Israel, Michael Freund, quien acompañó al grupo de inmigrantes en el vuelo desde la India, lo calificó como "un momento histórico".
"Este es el comienzo de la Operación Menashe, el regreso de esta tribu perdida a nuestro pueblo y nuestra tierra. Los Bnei Menashe le hicieron frente a 27 siglos de exilio y, al igual que predijeron los profetas de Israel, ahora están regresando a casa", destacó. Para él, se trata de un cumplimiento profético. “El profeta Isaías dice 'al tera qui ka ani', que significa 'No temas porque yo estoy contigo'. 'Me israch avi zerecha', que se traduce como 'desde el Oriente traeré tu descendencia”.
“Estos son los descendientes de Israel y ellos están regresando desde el este”, asegura Freund. “Es como si el titular de hoy fuera escrito por el profeta Isaías unos 2.600 años atrás. Es algo fenomenal”.
Entre los recién llegados, de los cuales casi la mitad son menores de 18 años, se encuentra Yaffa Lhundo, una viuda de 76 años de edad, cuyo esposo falleció el año pasado antes de tener la oportunidad de cumplir su sueño de mudarse a la Tierra Prometida. Lhundo fue recibida en el aeropuerto Ben Gurion por su hijo y su nieto (foto), a quienes no había visto en más de siete años. Ella no pudo contener sus lágrimas de alegría y el orgullo al ver a su nieto, quien se desempeña en una unidad de combate de infantería de élite de la Fuerza de Defensa de Israel, con su monótono uniforme verde olivo.
Una reciente decisión ahora permite a todos los Bnei Menashe regresar, en total serían unas 7 mil personas. Se tiene programado que unos 300 miembros de la tribu regresen a Israel en este mes de enero, quedando miles aún por retornar.
Sin embargo, el premio gordo que se avecina, si fuese verdad, sería la tribu Pashtun con 40 millones de personas que habitan en Pakistán y Afganistán. Son musulmanes, pero tienen costumbres similares a los de los judíos: descansan los sábados, prenden velas los viernes, usan un indumentario parecido al talit, rezan en dirección a Jerusalén, y usan peot (no se cortan el pelo de los costados de la cabeza).
El Eterno Dios está mostrando a las naciones cómo Él cumple perfectamente lo anunciado por los profetas:
"Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los lugares habitados del país".
(Ezequiel 34:13)
1 comentarios:
Su Palabra es sí y Amén y todo lo que se profetizó se cumplirá. Alabado sea YAVÉ
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