jueves, 14 de mayo de 2015

Científicos aseguran que existe un océano a 644 km por debajo de la superficie de nuestro planeta


Tras discutir y teorizar durante décadas, los científicos informan que, finalmente, han descubierto un gran océano en el interior del manto de la tierra de un tamaño tal que podría llenar tres veces los océanos que conocemos. 

Este increíble descubrimiento sugiere que el agua de la superficie del planeta proviene del interior del planeta como parte de un ciclo integral del agua, desplazando, y desechando, así a la teoría dominante de que el agua llegó a la Tierra traída por los cometas de hielo que pasaron por aquí hace millones de años.

Este estudio fue realizado por investigadores y científicos geofísicos de los Estados Unidos y Canadá que utilizaron datos obtenidos de la USArray.

El USArray es un conjunto de cientos de sismógrafos ubicados en Estados Unidos que registran de forma permanente los movimientos del manto y núcleo terrestres. Así los investigadores creen que el agua de la Tierra pudo haber llegado desde el interior del planeta siendo “empujada” hasta la superficie por mediación a la actividad geológica. La revista Nature publica un artículo que afirma que los investigadores encontraron un pequeño diamante que apunta a la existencia de un gran depósito de agua bajo el manto de la Tierra, a unos 600 kilómetros de profundidad.

El autor principal de este estudio, Graham Pearson, miembro de la Universidad de Alberta, Canadá,  dijo que “una de las razones por qué la Tierra es un planeta dinámico, es la presencia de agua en el interior. Los cambios de agua dependen de la forma en que funciona el mundo.” Tras haber realizado numerosos estudios y cálculos complejos para comprobar sus teorías, los investigadores creen haber encontrado una gigantesca piscina de agua en una zona de transición entre las capas superiores e inferiores del manto, una región que se encuentra en algún lugar entre los 400 y 660 km. por debajo de la superficie terrestre.

De este modo se comprueba que los sucesos relacionados con el cambio climático, el tiempo y el mar están estrechamente relacionados con la actividad tectónica que vibra de forma continúa bajo nuestros pies. 


NOTA PROFÉTICA:

Según la Biblia, todo cambió a partir del diluvio universal relatado en Génesis 7-8, pero la pregunta es ¿cómo sucedió todo aquello?. En el año 1989 apareció la Teoría de la Hidroplaca, de Walter Brown, donde explica cómo se produjeron los cambios geográficos y geológicos actuales, y cómo se produjo el diluvio. 

Las aguas subterráneas que existían debajo de la corteza terrestre y que reventaron de alguna manera se mencionan en la Biblia (Gn 7:8). Había aproximadamente la mitad de la cantidad de agua de los océanos de ahora, distribuidos en cámaras subterráneas. La Biblia afirma que Dios en el principio creó la Tierra sobre los mares (Salmos 24:1-2) y sobre las aguas (Salmos 136:6), lo que nos hace entender que había gran cantidad de agua bajo la corteza terrestre antes del diluvio. Al haber tanta agua, se ejercía una presión en la corteza terrestre que provocó que la Tierra se inflara como un globo. 


Con la presión, hubo entonces una fisura en la Tierra que se fue abriendo muy rápido, que hizo que las aguas subterráneas salieron explotadas por la presión de las rocas sobre ellas hacia el cielo a eso de 32 km. de altura y cayeran a la superficie . Lo más probable que esta partidura se produjera en el actual océano Atlántico, en lo que ahora es llamada la cordilerra subocéanica. La abertura provoca que el agua salga explotada junto con rocas al espacio en lo que podría ser el origen de los meteoritos. La Biblia menciona que todas las fuentes del abismo (aguas subterráneas) fueron rotas en un solo día (Gen. 7:11). Según los descubrimientos los meteoritos que han caído a nuestro planeta desde el espacio contienen materiales que sólo se encuentran presenten en la Tierra, por lo que se plantea que el origen de los meteoritos están en nuestro mismo planeta. 

La fisura donde sale expulsada el agua se abre más, por lo que al convertirse en sedimentos se formó una elevación cordillerana (la posible cordillera suboceánica Atlántica) por la presión de las rocas bajo ella que hizo que la tierra a sus lados se fueran expandiendo como una tela estirada que se rompe. 

La tierra que rodeaba la cordillera suboceánica se desplazó a hacia los lados de ella debido a que todavía había agua bajo ésta, resbalando por ella y dividiendo la Tierra en continentes. Es lo que se conocen como "hidroplacas". Cuando las hidroplacas que se desplazaban a eso de 70 km por hora encontraron resistencia, hicieron que la tierra se "doblara". Las que se doblaron hacia arriba pasaron a formar las montañas, mientras que las que se doblaron hacia abajo formaron los grandes cañones y abismos en el fondo del mar. En los Salmos existe una referencia al Diluvio diciendo que "subieron los montes, descendieron los valles" (Salmos 104:8), en clara alusión a este desdoblamiento de las hidroplacas. Fueron en esos valles donde las aguas del Diluvio "huyeron" y se "apresuraron" (Salmos 104:7), para decrecer gradualmente (Génesis 8:3).





Es impresionante comó Dios le repite a Noé (Gn 9:7) las mismas palabras que a Adán (Gn 1:28), excepto por la palabra "señoread". Esta palabra tiene un significado de "conocer, explorar". El que no se lo haya dicho a Noé significa que la Tierra, después del diluvio, no sería la misma, y sería mucho más difícil para el hombre conocer la Tierra con las grandes montañas, cañones y océanos tan profundos como los que existen ahora. Las condiciones climáticas cambiarían de modo de que el ser humano ya no viviría tantos años como antes del diluvio, habrían más continentes y océanos más profundos. Tan difícil ha sido explorar la Tierra que el hombre sabe más del espacio que de los propios océanos en nuestro planeta. 

0 comentarios:

Publicar un comentario

Compartir

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More